LA NECEDAD DEL SER HUMANO
“Dice el necio en su corazón: No hay Dios.” Salmos
14:1
Aún cuando Dios
se ha revelado a todas las generaciones y culturas existentes en este planeta,
cada día nos encontramos con personas que viven su vida como si no existiera
Dios. Algunos abiertamente publican su necedad al negar lo que nadie puede
negar: La creación. Ella es la obra más evidente para que el ser humano pueda entender
que hay Alguien que hizo todo lo que vemos, es decir, no puede existir la
creación sin un Creador. Allí encontramos toda clase de sistemas (Macro y
Micro) ordenados que hablan por sí mismos de la existencia de una mente que
conoce a la perfección como deben funcionar las cosas, aún cuando hay aspectos
de la creación que no las podemos entender por nuestra ignorancia deberíamos en
humildad aceptar nuestra incapacidad para entender todas las cosas, por eso
existen múltiples áreas del conocimiento en la cual las personas se
especializan, por ejemplo la medicina, la biología, las astronomía, las
ingeniería, etc. Todas estas ramas del conocimiento son una pequeñísima muestra
del vasto panorama de la sabiduría de Dios cuando estaba creando todas las
cosas. Dice el Salmo 19:1-4 “Los cielos cuentan la gloria de
Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro
día, Y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje, ni palabras, Ni
es oída su voz. Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo
sus palabras.” Y en Romanos 1: 18-23 nos amplia dándonos las
causas por las cuales el ser humano ha dejado voluntariamente a Dios, cerrando
sus ojos ante lo evidente: “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que
de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las
cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas,
de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron
como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus
razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se
hicieron necios, y cambiaron la gloria
del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves,
de cuadrúpedos y de reptiles.”
Lo anterior se conoce como la revelación
general de Dios al ser humano, sin embargo, también tenemos la revelación
especial a través de Su palabra, lo que conocemos como la Biblia. Ningún libro
de todas las generaciones ha sufrido más ataques que esté; filósofos, científicos,
ateos, gobernantes y religiosos de todas las generaciones han intentado
desvirtuar la verdad de la Palabra sin ningún éxito, ya que la Palabra de Dios
es eterna, 1Pedro 1:24-25 dice: “Porque: "TODA CARNE ES COMO LA HIERBA,
Y TODA SU GLORIA COMO LA FLOR DE LA HIERBA. SECASE LA HIERBA, CAESE LA FLOR, PERO
LA PALABRA DEL SEÑOR PERMANECE PARA SIEMPRE." Esa es la palabra que a
ustedes les fue predicada (anunciada como buenas nuevas).”
Con demasiada evidencia general y evidencia especial
de lo que Dios nos ha permitido contemplar para que reconozcamos su existencia se
requiere ser altamente NECIO para negar todo lo evidente. La palabra necio en la Biblia viene de la
palabra hebrea “nabál” que literalmente significa: insensato; perverso, impío,
fatuo, loco, necio, perverso, ruin, villano. Estos son los calificativos que
Dios le da al ser humano que vive en este planeta como si Dios no existiera,
hay personas que dicen con su boca que creen en la existencia de Dios, pero su
corazón muestra lo contrario, ya que si realmente estuvieran convencidos de la
existencia de Alguien que es Todopoderoso, que todo lo Sabe y que está en todo
lugar, deberían caminar en esta tierra con temor y temblor ya que todos
nuestras acciones serán expuestas un día ante Aquél que nos creó y le tenemos
que dar cuenta de nuestros actos. “así como Aquél que los llamó es Santo, así
también sean ustedes santos en toda su manera de vivir. Porque escrito
está: "SEAN SANTOS, PORQUE YO SOY
SANTO." Y si invocan como Padre a Aquél que imparcialmente juzga según la
obra de cada uno, condúzcanse con temor (reverencia) durante el tiempo de su
peregrinación.”(1 Pedro 1:15-17).
“No hay cosa creada
oculta a Su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas
ante los ojos de Aquél a quien tenemos que dar cuenta.” Hebreos 4:13
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