jueves, 29 de noviembre de 2012

ES TIEMPO DE MADURAR






“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.” 1Corintios 13:11

La inmadurez espiritual es parte del proceso inicial de todo creyent
e, sin embargo, inmediatamente después de haber reconocido a Jesucristo como Señor y Salvador de nuestras vidas debemos dar los primeros pasos con toda firmeza, bautizarnos en agua y dejar que el Espíritu Santo nos continúe enseñando y guiando a toda verdad. Corresponde individualmente a cada creyente permanecer unidos a Jesucristo y el fruto vendrá por sí mismo, tal como el pámpano lo hace cuando está unido a la vid. (San Juan 15)

Sin embargo, lo lamentable es ver signos de inmadurez en aquellos creyentes que llevan muchos años en las iglesias y en lugar de ser instrumentos de bendición para el Cuerpo de Cristo, se han convertido en "piedras de tropiezo" para muchos hermanos. Lo vemos en su actuar y en su hablar.

Veamos algunos signos de inmadurez espiritual
1. Desinterés por los asuntos espirituales.
2. Óptica negativa de todo lo que sucede en la iglesia.
3. Murmuración y crítica permanente hacia otros hermanos.
4. Desinterés para ayudar en las necesidades ajenas.
5. Pelea por cosas insignificantes.
6. Amargura por el éxito ajeno.
7. Mezcla lo del mundo con lo espiritual.
8. Poca disposición en servir a otros y exige que le sirvan a él.
9. Utiliza un aparente "conocimiento espiritual" y lo usa como pretexto para vaciar sus frustraciones en otros creyentes.
10. Se enreda fácilmente cuando lo secular lo seduce.
11. Depende más de las emociones que de las convicciones.
12. Las adversidades de la vida lo bloquean para perseverar y formar un carácter maduro.


Veamos lo que dice la Biblia al respecto:

Hebreos 5:11-14 "Acerca de esto tenemos mucho que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír. Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal."

2Pedro 1:5-12 "...vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Por esto, yo no dejaré de recordaros siempre estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente."

Como creyentes tenemos un gran desafío de crecer espiritualmente de forma continua para ser mejores instrumentos en las manos del Señor. Recordemos que en esta vida terrenal y pasajera estamos para servir, no para ser servidos y la mucha necesidad que existe en nuestro alrededor demanda que haya voluntad y deseo de nuestra parte para influenciar a otros con el evangelio de Jesucristo. Así mismo, no olvidemos que un día estaremos frente al Dios Omnipotente, el cual nos pedirá cuentas de nuestra labor durante estuvimos en este cuerpo.

El consejo del apóstol Pablo es: “Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, CRECIENDO en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.” 1Corintios 15:58

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