lunes, 18 de noviembre de 2013

UNA EXHORTACIÓN DE JUDAS, David Hormachea Y DE TODOS LOS MINISTROS QUE AMAN LA PALABRA. por David Hormachea 




1 Yo, David Hormachea, un siervo de Dios llamado a ministrar en esta época de tanto cristianismo “light” y de tantos motivadores, y basado en la revelación que Dios entregó a nuestro líder y apóstol, Judas, quien fue esclavo de los principios de su Señor Jesucristo y hermano de Santiago.[a] les escribo esta carta a todos los cristianos que Dios llamó para vivir en esta época. Les escribo a los que han sido apartados para que vivan en santidad, a quienes Jesucristo también les cuida en medio de la maldad. 2 Deseo que reciban de parte de nuestro Dios, que conoce la época en que vivimos, mas de lo que tanto van a necesitar en este mundo: mas misericordia, abundante paz y amor.
3 Amados hermanos en Cristo, hace tiempo que sentía una gran necesidad de escribirles y no era fácil, pero creo que ha llegado el día de defender la fe y enseñar en forma más directa cómo vivir en la practica la fe, esa fe de la cual nos gusta tanto cantar.
Mi gran deseo era escribirle para exhortarlos fuertemente para que en vez de encerrarse en los templos y creer que Dios tiene que hacer todo, y ustedes solo orar, también dediquen tiempo y esfuerzo para contender ardientemente, para que luchen, guerreen, combatan, vehementemente, fervientemente por los principios bíblicos que solo han sido revelados una vez por el Espíritu y en su Palabra. quería escribirles para que dejemos de observar como crean leyes que destruyen la moralidad, mientras nosotros callamos.
4 Estoy preocupado, porque existen algunos que se meten en sus congregaciones en forma encubierta y los engañan. Algunos les hacen creer que Cristo es un gran salvador, pero no les enseñan que Jesucristo es el único Señor y dueño, y que debemos obedecerle en todas las áreas de nuestra vida. Algunos de ellos, abusan de la gracia y creen que como Dios nos ama tanto, no nos castigará por todo lo malo que hacemos. Ustedes tengan cuidado, pero sepan que Dios castigará a todos los que no solo se dejan engañar, sino que ayudan a los que son enemigos de nuestra fe.

5 Y aunque se que ustedes lo han estudiado en su Biblia, quiero recordarles que Dios es poderoso. Tiene tanto poder que salvó a su pueblo de la esclavitud de los paganos egipcios, pero luego también destruyó a todos los que seguían mirando hacia Egipto, a todos los que estaban tan involucrados con Egipto y sus ideas, que las mantuvieron a pesar de haber visto el poder de Dios. Dios los destruyó porque no creyeron en él y prefirieron desobedecerle. Estoy convencido que muchos cristianos que fueron sacados de su “Egipto” siguen pensando en ciertas áreas como pensaban antes. Ellos siguen con las ideas humanistas, ateas, comunistas, liberales, explotadoras, tiranas, feministas, machistas que aprendieron mientras vivían en “Egipto.”
6 Pero si ustedes creen que ellos fueron los únicos que fueron disciplinados por seguir con una teología relativista, mezclada, mitad Dios de Israel y mitad ideas paganas de los egipcios, quiero que entiendan que ellos no fueron los únicos, y que Dios castiga a todos los que no se someten totalmente a su señorío, pues lo mismo hizo Dios aun con los ángeles que rechazaron estar sometidos a Dios y sus principios y terminaron siendo enjuiciados y sufrirán las consecuencias de su rebelión.
7 Pero tampoco crean que solo ocurrió con su pueblo escogido, o con los ángeles que se rebelaron. También ocurrió con ciudades como Sodoma y Gomorra, y aun incluyo en su juicio a otras ciudades vecinas. Recuerden que era difícil encontrar justos pues estos se habían contaminado con el sistema de pecado de los paganos y por ello vivían siguiendo sus pasiones y practicaban todo tipo de relaciones sexuales prohibidas. El homosexualismo y gran cantidad de perversiones sexuales que dominaron estas ciudades y sus líderes, también incluyo a personas del pueblo de Dios porque no se encontraron ni una docena de justos. Por ello Dios los disciplinó. Porque nadie puede jugar con Dios y salir sin consecuencias. El los castigó y los envió al infierno. Yo quería escribirles para que tomen mas en serio a Dios y sus principios. Yo quería decirles que Dios es soberano y debe ser obedecido en todo y que esos ejemplos de desobediencia y de no vivir bajo los principios divinos, les sirva de advertencia para que ustedes no sean objetos de la disciplina divina contra todos los que practican la inmoralidad, y contra todos los que se asocian y apoyan a los que la practican o crearan leyes para que se practique.

8 Estoy convencido que Dios no tiene un juicio al final de cada día, pero si al final de cada día y eso incluye el juicio a los cristianos por sus obras, no para salvación, sino para recompensas. Lo mismo les va a pasar a los malvados que no quieren someterse a la autoridad de las sagradas escrituras pues aunque ellos no necesariamente mancillen la moralidad en sus actos personales, apoyan a los que la mancillan y rechazan la autoridad de la Palabra de Dios. Porque con sus locas ideas los que rechazan a Dios y su moralidad, no solo dañan su cuerpo, sino que también rechazan la autoridad de Dios e insultan a los ángeles.
9 Recuerden que ni siquiera Miguel, el jefe de los ángeles, se atrevió a irrogarse autoridad. El sabia que debía someterse en todo a Dios, su máxima autoridad. Cuando Miguel peleaba con el diablo para quitarle el cuerpo de Moisés, no lo insultó, sino que sólo le dijo: «Que el Señor te castigue» y esto lo hizo porque él no se irrogó de la autoridad divina, sino que reconoció que solo Dios es la autoridad.
10 Sin embargo, existe entre en esta nueva sociedad, gente que condena hasta lo que no conoce por su inapropiada interpretación de la verdad bíblica. Y en lo que conocen, porque algunos si conocen un poco de la palabra, se comportan irracionalmente, y llegan a ser corrompidos por las ideas de los que no se sujetan a la verdad.

11 ¡Pobres personas! Los que se asocian con el mal, pese a que han sido llamados por Dios para ser santos, se comportan muy mal y se asocian con los que no han sido llamados y por ello, serán disciplinados. En estos días tenemos distintas clases de personas que se asocian con el mal. Algunos lo practican, otros lo apoyan, otros lo permiten y otros lo ignoran. Déjeme darles tres ejemplos de cómo las personas se alejan de las demandas divinas sutilmente y como Dios los trata. El primero ejemplo es Caín, quien a diferencia de Abel, prefirió seguir sus ideas de lo que Dios demandaba. Dios determinó lo que Caín debía hacer, pero el quiso hacer las cosas a su manera y como su hermano hacia lo que Dios pedía, es decir, vivir su fe, practicar a cabalidad lo que Dios exigía, Caín en vez de corregir su error, más bien se lleno de envidia y lo atacó hasta la muerte. Así existen cristianos hoy, que se molestan con quienes desean que se aplique la voluntad de Dios por sobre las ideas personales.
Otro ejemplo que Judas nos da es el de personas interesadas en ganancias de poder, cosas o dinero y que Judas dice que se comportan como Balaam. Este hombre, con el afán de ganar dinero, comenzó a comunicar a la gente cosas que Dios no decía. Dios no nos manda a apoyar a personas que están en contra de nuestra moralidad si ellos nos van a beneficiar con cosas irrelevantes a la moralidad.
Tengan cuidado con otras personas. Este es mi tercer ejemplo de personas que Dios destruye. Estos son los rebeldes, los que como Coré se rebelan contra los lideres que amamos la Palabra de Dios. No odiamos a las personas, amamos a Dios y su moralidad. Estas personas en vez de unirse a quienes aman la moralidad bíblica y en vez de escucharlos, y en vez de unirse a ellos y predicar la verdad, siguen sus ideas irrogándose un poder que no les pertenece. Como Coré, se unen a los que siguen sus ideas y se rebelan contra los que les exhortan con amor y bíblicamente.

12 Estas personas son una vergüenza para el evangelio, pues siendo parte de la vida de la iglesia y participando de nuestras celebraciones cristianas se comportan indebidamente y hacen que el mundo crea que los que amamos la moralidad bíblica somos radicales y que los “verdaderos cristianos” son los que tienen tolerancia y apoyan a los que quieren cambiar la sociedad a principios más modernos y no caducos como los de la Biblia. Estos son líderes que sólo se preocupan de ellos mismos y se pastorean a si mismos y no quieren otra autoridad de otros siervos de Dios que no piensen como ellos. Por eso son llevados como plumas, aun por filosofías antagónicas al evangelio y se asocian con ellas, pues no tienen fundamento bíblico profundo y más bien son movidos como nubes sin agua, que el viento lleva de un lado a otro. Se parecen a los árboles que no dan fruto, pues han sido arrancados de raíz y están totalmente muertos, su fe bíblica está muerta.
13 Todos podemos ver sus errores tal como se ve la espuma en las violentas olas del mar; pero ellos siguen su viaje de enredo teológico como las estrellas perdidas, condenadas a viajar siempre en la más terrible oscuridad. Así son estos líderes que en vez de defender la verdad, se asocian con quienes promueven la maldad.

14 Hace ya mucho tiempo la Biblia ha profetizado sobre este tipo de personas y todo indica que Dios no puede permitir que el evangelio sea denigrado y Dios enviará juicio contra los que con sus acciones han denigrado el evangelio y castigará a todos los pecadores que niegan la existencia de Dios, que hablan contra Dios, sus principios y la moralidad divina y también, enviara su disciplina a los cristianos que se asocian con ellos.

16 Esta gente se queja de quienes queremos defender la fe. Ellos en vez de criticar y llamar a oponerse a quienes son enemigos de nuestra fe, más bien se molestan con quienes luchamos por que no se destruya la moralidad bíblica. ES que ellos, en la realidad, con sus hechos demuestran que no están interesados en la moralidad divina o la defensa de la fe, sino que su interés es otro. Ellos tienen su propia agenda, ellos quieren que se cumplan sus deseos egoístas, ellos buscan sus intereses o lo que ellos creen que son intereses del reino, pero que un análisis de las escrituras nos muestra que no son. Ellos han desarrollado un arte para comunicar hábilmente sus ideas a tal punto que convencen a muchos, pero la verdad es que estas personas se asocian, adulan, condescienden, halagan, exaltan, elogian aun a los ateos, a los enemigos de la fe para sacar provechos que no aprovechan a los valores del reino.
17 Pero ustedes, queridos hermanos, acuérdense de lo que revela la Biblia y que Dios reveló a los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo para que nos den estas claras y radicales instrucciones. Esto no fue escrito para memorizar, sino para aplicar a nuestras vidas y situaciones en la vida moderna.
18 Recuerden que los apóstoles nos escribieron la verdad y nos dicen que en los últimos tiempos, habra gente que se burlara de quienes predicamos los valores cristianos y que conducirán sus vidas y moralidad siguiendo lo que ellos sienten y piensan, sus pasiones, y no lo que la Biblia bien interpretada enseña.
19 Este tipo de personas que aun estará dentro de las iglesias, debido a su forma de ser, a su forma de actuar, por seguir sus ideas, por unirse a quienes no deben, por tener agendas que no son tan importantes como los valores cristianos, causaran división en el pueblo cristiano que debería tener unidad, en lo que respecta a los valores morales bíblicos y por ellos luchar. Tristemente estas personas se dejan llevar por sus ideas, emociones o lo que le apasiona, en vez de lo que claramente revela el Espíritu de Dios.

20 Pero ustedes, queridos hermanos, nunca dejen de confiar en la palabra de Dios y en los principios de moralidad divina y que son parte de nuestra fe inquebrantable y los principios que no son transables. Manténganse orando y dejen que el Espíritu Santo y no sus ideas aprendidas en el pasado, les guie en el establecimiento de su fe y les conduzca a lo que deben hacer.
21 Sigan practicando el amor de Dios, no el amor humano. Ese amor que acaricia, anima, pero que también exhorta y confronta a los pecadores que quieren destruir nuestra fe y también a los cristianos que no la entienden. Y sigamos esperando con alegría ese día de salvación total y de vida eterna que Dios ha preparado por su misericordia y que nos permitirá dejar este mundo y la dura lucha por nuestros principios.
22 Es mi deber y también el suyo. A algunos que por ser niños espirituales dudan, convénzanlos con amor y sabiduría. A algunos que dudan porque han estado en congregaciones que solo esperan milagros y que Dios les haga todo y no les han enseñado responsabilidad personal, convénzanlos con estudios sabios de la verdad. A algunos que han enfocado en aprender a cantar, orar, ayunar, pero no les han enseñado a aplicar los valores a toda su vida cristiana, convénzanlos con sabiduría, no con discusiones. A otros prediquen el mensaje radical del evangelio, aunque no les guste, porque es el Espíritu de Dios el que tocará esos corazones y si aceptan la verdad, los guiaran a la salvación. Por su exhortación bíblica, ustedes cumplirán su trabajo. Unos la rechazaran y se irán al infierno y otros serán salvos. Y de otros, muestren su misericordia respetando sus puntos de vista, no atacando, no maltratando, no insultando. Muestren su clemencia, su magnanimidad, escuchando y exhortando, pero sin violencia ni maltratos, pero también háganlo con temor. Tengan cuidado, recelo, prevención, y aléjense de quienes son enemigos de la fe. Aléjense, mantengan a la distancia, no se asocien, con los novios que dicen ser cristianos y piden relaciones sexuales, con los que son miembros de las congregaciones y flirtean y quieren adulterar, ni siquiera se junten con ellos. Denuncien, descubran, revelen las intenciones de quienes buscan su apoyo, sus favores, sus firmas, sus votos para llevar a cabo sus proyectos que van contra la moralidad divina. Si su interés fuera la moralidad bíblica, llegarían a acuerdos con los políticos diciendo: “Nosotros le apoyamos si usted nunca permite el aborto, el casamientos de homosexuales, si no promueve las relaciones sexuales prematrimoniales, si permite que en las escuelas también se enseñe creacionismo.” Eso no hacen algunos líderes a pesar que Dios nos dice: Condenen, denuncien a los que niegan la existencia de Dios, y odian nuestra moralidad bíblica o si cree que es duro lo que parafraseo yo, le pongo textualmente lo que dice Judas:
“A algunos que duda, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros, tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.” (Judas fue mas duro y radical que yo, pero igualito que Cristo)

24-25 Queridos, todo se resume en esto. Si usted cree que Cristo es realmente su Salvador, que El existe y no como los humanistas creen, que ellos son dioses. Si usted cree que El es el único y sabio Dios y no sus ideas, ni las ideas de los ateos, tampoco sus emociones y pasiones. Tampoco la cultura o ideas aprendidas antes de conocer a Cristo. Si cree que Dios demanda toda su lealtad en todas las áreas de su vida, entonces, al El dele la gloria. Dele la gloria cuando tiene relaciones sexuales, cuando come, cuando bebe, cuando elige su novia, su esposo, su moralidad, su congregación, su música, su voto, su presidente, sus programas de televisión. Dele la gloria en todo. Es decir, que lo que ve, lo que hace, lo que decide exalte los valores divinos y no sus gustos humanos. No solo le de la gloria, sino que además, en todo, reconozca que el es Rey, que tiene majestad, que El reina, que El es poderoso, no solo ahora, sino lo que ha hecho y lo hará por todos los siglos. Recuerde que solo El, solo sus principios son capaces de guardarle en santidad en medio de la corrupción que hay en el mundo, recuerde que solo él puede, por su sangre derramada y por la santidad provista, por el perdón cuando fallamos, puede presentarnos sin mancha delante del Padre.

Los lectores de la carta de Judas corrían el mismo peligro que nosotros corremos, solo con ciertas manifestaciones distintas. Eran susceptibles a las herejías, a lideres engañadores o mal informados, a la inmoralidad, a asociarse con el mal y vender sus principios. Nosotros corremos estos riesgos y tenemos el deber de no solo vivir nuestra fe y no dejarnos corromper, sino también, no asociarnos ni apoyar a quienes no solo odian nuestra fe, sino que tienen planes de hacerla desaparecer de la sociedad mediante leyes ateas y humanistas.
Es Espíritu del Señor me llevó a meditar y analizar esta carta y hace algunos meses atrás decidir agregar a mi ministerio otra área esencial: LA DEFENSA DE LA FE. Ya han conocido mi ministerio de exposición bíblica, mi ministerio a la familia y ahora, LA DEFENSA DE LA FE. Debemos unirnos los que amamos al Señor y la verdad y queremos obedecer a Judas y su seria exhortación. Necesito guerreros, soldados del ejército de Cristo que se unan. En el futuro necesitaremos no solo su oración, también sus firmas, sus cartas, sus opiniones, para dejar de ser una mayoría silenciosa y acomodada en los cojines y muebles de nuestra fe. En el futuro debemos unirnos, no para apoyar candidatos sino para defender nuestra fe de la manera más legal, pacífica y democrática. Debemos unirnos y Dios me ordena ser factor de unidad y lo haré, pero no unidad en torno a un candidato o a una persona, sino en torno a los inquebrantables principios divinos y para ello, utilizar todos los medios democráticos para cumplir lo que nos ordena judas: “Que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.”


Tomado de: https://www.facebook.com/DavidHormachea/posts/641983295852156

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