martes, 10 de julio de 2012


ACERCA DE LA SEGURIDAD ETERNA  Por Adrian Rogers 

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre.
Juan 10:27-29
¿Habrá algo mejor que" ser salvo? Cuidado con su respuesta porque es una pregunta capciosa. Sí, hay algo mejor que ser salvo: ser salvo y tener la bendita seguridad de saberlo. Bien, ¿habrá algo mejor que ser salvo y saberlo? ¡Sí! Es ser salvo, saber que se es salvo y saber que nunca jamás se puede perder la salvación.
Si esa proposición es cierta, usted tendrá que admitir que ser salvo y nacido de nuevo, y estar ligado al cielo es una maravillosa realidad; que puede tener absoluta seguridad de que es salvo y saber que nunca perderá su salvación. Ahora, quiero mostrarle que ¡eso es verdad!
A veces se ve la seguridad eterna como una doctrina denominacional, pero vayamos más allá de eso. Lo que una denominación crea no hace ninguna diferencia si tal creencia no está basada en la Biblia. Vamos a ver lo que la Biblia dice respecto a la seguridad eterna. Si la Biblia lo dice tenemos que creerlo, pero si la Biblia no lo dice, entonces no tenemos ninguna autoridad para creerlo. La doctrina de la seguridad eterna no es incidental, es absolutamente fundamental para su vida cristiana por muchas razones.

Su salud espiritual

Primero, por salud espiritual, usted necesita tener esta seguridad. ¿Puede usted imaginarse a un niño que no sabe si de un día para otro dejará de ser parte de su familia? Quizás por haberse portado mal y desobedecer, un día deja de ser miembro de la familia. Luego, después de varias semanas, se arrepiente; como se porta bien, lo reciben de nuevo en la familia. Otra vez tiene su habitación, puede volver a ver a sus padres y a sus hermanos. Pero vuelve a portarse mal; entonces, ellos ya no son sus padres, ni sus hermanos; y la casa tampoco es suya. ¿Puede usted imaginar el choque emocional que sufriría tal niño si sucediera eso cada vez que él hace algo indebido?
Conozco cristianos que son emocionalmente un desastre porque no tienen la seguridad de ser hijos de Dios. Un día están en la familia y al otro están fuera de ella; después regresan a la familia y luego otra vez están fuera de ella.

Su productividad

No sé de muchos cristianos que sean espiritualmente productivos y que no tengan la seguridad de su salvación ni entiendan que están seguros eternamente. ¿Por qué pasa esto? Muy sencillo. Cuando sabemos que el futuro está seguro podemos concentrarnos en el presente.
En el año 1937 fue construido en San Francisco, California, Estados Unidos de América, el puente Golden Gate, que se extiende a lo largo de esa gran bahía. He visto ese puente, es una obra admirable. Trabajar en ese puente fue algo peligroso y traicionero a medida que comenzaba a elevarse cientos de metros por encima de las revoltosas y heladas aguas de la bahía. Los obreros temían por sus vidas, algunos cayeron y se ahogaron. En total 23 personas perdieron su vida en accidentes mientras se construía el puente, hasta que la administración dijo: "Tenemos que hacer algo al respecto". Así que decidieron construir una red de seguridad debajo de los obreros; finalmente la construyeron e invirtieron 100.000 dólares. Una vez tomadas las medidas de seguridad, se dieron cuenta de que no había sido un gasto infructuoso, fue un gran ahorro, porque el trabajo se hizo un 25% de tiempo más rápido, y se perdieron menos vidas. En verdad sólo 10 obreros, menos de la mitad del número de obreros que habían perecido antes, cayeron en la red y desde luego sus vidas se salvaron.
¿Por qué pudieron esas personas trabajar con más productividad? ¡Debido a su seguridad! Ellos sabían que la red estaba ahí. Así es en la vida cristiana.
Yo no me estoy esforzando para mantenerme seguro. Yo sé que soy salvo. Soy salvo por la gracia de Dios y por consiguiente puedo ser productivo sirviendo con gratitud. Cuando estamos seguros del futuro podemos concentrarnos en el presente.

Su ayuda en el evangelismo

A muchos les gustaría ser salvos, pero piensan: "Bien, yo sencillamente no puedo vivido. No puedo ayudar. Sé lo débil que soy". Ellos simplemente tienen miedo de avanzar en la iglesia. Profesan ser cristianos, y después caen y quedan como insensatos.
Cuán maravilloso es decirles a esas personas que el Dios que los salva es el Dios que los guardará. Es una gran herramienta para el evangelismo compartir del Señor Jesucristo.

En primer lugar ellos nunca fueron cristianos
¿Qué significa seguridad eterna? No significa que tan pronto una persona entra a formar parte de una iglesia y se bautiza tiene seguridad eterna, porque es posible que no sea salva. Cuando hablamos de tener seguridad eterna nos referimos a alguien que ha llegado a participar de la naturaleza divina, que ha nacido del cielo y que por consiguiente está unido al cielo, alguien que ha nacido de nuevo y se ha convertido genuinamente en hijo de Dios.
A veces cuando enseño el tema del nuevo nacimiento no falta quien diga: "Conozco una persona que era cristiana, pero que dejó de serlo". Yo sencillamente le digo: "Bien, usted cree conocer a alguien que era cristiano, pero que dejó de serlo. Quizá nunca fue cristiano, o quizá lo siga siendo. Usted no está en posición de juzgar".

Nunca te conocí
Muchos parecen ser cristianos y actúan como tales, pero nunca han sido salvos. Mateo 7:22 es un versículo interesante donde Jesús habla acerca del juicio final: "Muchos me dirán en aquel día: '¡Señor, Señor!, [esa es una declaración apropiada. ¡Lo llaman Señor!] ¿No profetizamos en tu nombre [la palabra profetizar quiere decir hablar de parte Dios, y ¡evidentemente son predicadores!]? ¿En tu nombre no echamos demonios [afirmando que exorcizaron demonios de la gente]? ¿Yen tu nombre no hicimos muchas obras poderosas [quizás cantaron en el coro, recogieron la ofrenda o enseñaron en la Escuela Dominical]?'. Entonces yo les declararé: 'Nunca os he conocido. ¡Apartaos de mí, obradores de maldad!"'. Jesús no dice: "Ustedes tuvieron la salvación, pero la perdieron". En lugar de eso dice: "Nunca os he conocido".
Usted dice que esa persona fue cristiana y que ya no lo es, porque la oyó profetizar y la vio hacer todas esas maravillosas obras. Pero no perdió su salvación. La verdad es que posiblemente nunca la tuvo.
Permítame darle un pasaje en contraposición a Mateo 7:22, 23. En Juan 10:27, 28 Jesús dice: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yoles doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano". En el pasaje de Mateo, Jesús dice: "Nunca os he conocido".Esta vez dice: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yoles doy vida eterna, y no perecerán jamás...". Vea la diferencia: Algunos son religiosos, pero nunca fueron salvos. Los otros son salvos, y no perecerán jamás. Quienes caen y se alejan nunca fueron verdaderamente salvos.
Otro versículo clave es 1 Juan 2:19 donde habla de quienes empiezan por un tiempo en los caminos del Señor y después se alejan de la fe. Este versículo lo explica así: "Salieron de entre nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para que fuera evidente que no todos eran de nosotros". Estas personas empiezan con Dios, permanecen por un tiempo y luego vuelven al camino viejo. Alguien dice: "Perdieron su salvación". Juan dice: "No, ellos salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros". Me gusta el siguiente refrán porque lo resume todo: La fe que fracasa antes de terminar, tiene una falla desde el principio. En realidad ellos nunca conocieron al Señor.
Quiero darle algunas razones por las que yo creo en la seguridad eterna del creyente.

La sagrada promesa de Dios

En Romanos 8:38, 39 se encuentra una sagrada promesa que Dios le ha hecho a usted. Preste mucha atención porque esta va a ser una de las declaraciones más absolutas que usted pueda leer en la Biblia. Pablo nos menciona diez grandes oponentes que nunca podrán separarnos del amor de Dios. "Por lo cual estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro".
Observe estos oponentes:


·          La muerte
·          La vida
·          Ángeles
·          Principados
·          Lo presente
·          Lo por venir
·          Poderes
·          Lo alto
·          Lo profundo
·          Ninguna otra cosa creada



Eso es poderoso, ¿verdad? Él está diciendo que nada nos puede separar del amor de Dios. Esa es una promesa sagrada.
Lo desafío a usted, apreciado lector, a nombrar cualquier fuerza que pueda separarnos del amor de Dios, que Pablo no la haya mencionado.

El propósito establecido por Dios

En Filipenses 1:6, el apóstol Pablo dice: "estando convencido de esto: que el que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará...". Pablo estaba seguro de que lo que Dios empieza, lo termina. Dios es el que nos salva. La salvación es obra de Dios, no es "hágalo usted mismo". ¿Quién comenzó en nosotros la buena obra? ¡El Espíritu Santo de Dios! Él fue el que nos convenció. ¿Cree que usted mismo se convenció de su pecado? No, la Biblia dice: "...no hay quien busque a Dios" (Romanos 3:11). Él fue quien lo persiguió y lo convenció de su pecado. Si él no pudiera correr más rápido que usted, usted nunca habría podido ser salvo. "Nosotros amamos, porque él nos amó primero" (1 Juan 4:19).
Él no sólo es quien convence, también es el que convierte. Él fue quien abrió nuestro entendimiento. Esa es la razón por la que yo oro antes de predicar. Cualquier cosa que pueda decide, alguien más puede quitársela diciéndole otra cosa. Todo lo que el Espíritu Santo le dé a usted, es suyo.
Por ser el Espíritu el que convence y el que convierte, es el que completa. ¿Alguna vez ha comenzado usted algo que no pudo terminar? Cuando yo era niño construía modelos de aviones a escala. No creo haber terminado por lo menos uno de ellos. Esa es una falla de mi carácter.
Muchos de nosotros comenzamos cosas que sencillamente no podemos terminar.
Una vez escuché a Beto y a Jaime hablar, Beto le dijo a Jaime:
-Mi papá tiene una lista de hombres a los que puede golpear, y el nombre de tu papá es el primero en la lista.
Jaime fue a casa y le dijo a su papá:
-Papá, ¿sabías que el papá de Beto tiene una lista de hombres a los que él puede golpear, y que tu nombre es el primero en la lista?
-¿De verdad? -dijo el papá de Jaime.
-Eso fue lo que oí -respondió Jaime.
El papá de Jaime fue a la casa del papá de Beto; llamó a la puerta, y dijo:
-Mi hijo Jaime dice que su hijo Beto dijo que usted tiene una lista de hombres a los que puede golpear, y que mi nombre es el primero. ¿Eso es verdad?
El papá de Beto dijo:
-Sí, es verdad.
El papá de Jaime dijo:
-Bien, puesto que yo no creo que pueda hacerlo, ¿qué hará al respecto?
El papá de Beto respondió:
-Bien, quitaré su nombre de la lista.
Dios nunca tiene que quitar nuestro nombre de la lista. Él nunca empieza algo que no pueda terminar. Doy gracias a Dios por eso.
Mire de nuevo este versículo: "estando convencido de esto: que el que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará...". Si la salvación es obra suya, quizá termine en una zanja en algún punto, pero si es la obra de Dios, se completará. Eso es lo maravilloso, pero permítame darle otra razón.

La soberana predestinación de Dios

Usted ya está predestinado para ser semejante a Jesús. En este punto estamos hablando de teología pura, pero veamos lo que la Biblia dice en Romanos 8:29, 30: "Sabemos que a los que antes conoció [él sabía que usted iba a ser salvo antes de que lo fuera], también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo; a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó".
Dios tiene un plan para usted, y ese es que usted va a ser semejante a Jesús. Dios lo vio antes de que naciera. Ello vio recibir a Cristo como su Salvador y Señor. Él dijo: "Este va a ser semejante a Jesús". "Sabemos que a los que antes conoció, también los predestinó... ". ¿Sabe usted qué significa "predestinó"? Significa que su destino ya está determinado. Usted está predestinado para ser semejante a Jesús. Si está predestinado para ser semejante a Jesús, ¿será semejante a Jesús? (está bien decir que sí; lo malo sería decir que no). Si usted está predestinado a ser semejante a Jesús ciertamente será semejante a Jesús. Lo que es conocido de antemano en el cielo no puede ser anulado por el infierno. Está predestinado. ¡Está establecido!
Lea de nuevo los versículos: "Sabemos que a los que antes conoció [él sabía que usted iba a ser salvo antes de que lo fuera], también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo; a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; ya los que justificó, a éstos también glorificó".Podríamos esperar que dijera: "glorificará". Sin embargo, Dios ya lo ve a usted glorificado antes de que suceda porque nosotros vivimos en la historia, pero él vive por encima y más allá de la historia. Dios ya lo vea usted glorificado en el cielo. Pues bien, si eso es cierto, y desde luego que lo es, usted obviamente está predestinado para ser semejante a Jesucristo.
Usted puede decir: "En este momento no me siento muy glorificado", pero recuerde, él todavía no ha terminado con usted. Pero ha empezado una buena obra, y lo que él ha comenzado lo completará. Usted está predestinado, si es creyente, para ser semejante al Señor Jesucristo.

La provisión perfecta del Calvario

En Hebreos 10:14 la Biblia dice algo maravilloso: "Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado [el Señor] para siempre a los santificados". Note la frase "ha perfeccionado para siempre". Jesucristo fue clavado en esa cruz para nunca más volver a morir. Su única ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que hemos sido salvos. Debido a ese perfecto sacrificio tendremos perfección completa en el Señor Jesucristo. Cuando usted llega a ser salvo, Dios no le da simplemente un nuevo comienzo, él le da perfección eterna por esa "única ofrenda".
En ninguna parte de la Biblia se puede encontrar a alguien que haya sido salvado dos veces. No se puede encontrar. Usted no puede encontrar a alguien que haya sido salvo dos veces, así como tampoco puede encontrar a nadie que haya nacido dos veces físicamente. Físicamente se nace una sola vez, y espiritualmente se nace una sola vez. Usted nunca encontrará esa repetición. ¿Por qué? "Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado [el Señor] para siempre a los santificados [a nosotros]". Cuando usted fue salvo, fue sellado con un sello que decía: "Válido sólo por una salvación". Si usted perdiera esa salvación, Jesús tendría que morir de nuevo para que pudiera ser salvo de nuevo. Usted se salva el mismo número de veces que Jesús murió. "Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre...".
Entonces alguien puede decir: "¿Qué tal si peco después de ser salvo?". Todos hemos pecado después de haber sido salvos. Jesús es un Salvador, no un vigilante de libertad condicional. Si yo dependo de mi comportamiento para mantenerme salvo, entonces estaré perdido y sin esperanza. Si usted permaneciera cerca de mí, diría: "Ajá, él no peca". Pero usted cometería un error. Yo no robo, no cometo adulterio, no uso en vano el nombre de Dios, no digo mentiras. Pero ¿sabe usted cómo define la Biblia el pecado? "...al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, eso le es pecado" (Santiago 4:17).Yo no siempre hago todo lo que sé que debo hacer. La Biblia dice: "La intención del insensato es pecado..." (Proverbios 24:9). También la Biblia dice: "...todo lo que no proviene de fe es pecado" (Romanos 14:23). ¿Tengo la fe perfecta en todo? No, y me entristece mucho decirlo.
Nunca confiaría en que los mejores 15 minutos de mi vida me llevarán al cielo, mucho menos algunos de los peores. Y si dependiera de mi conducta para ir al cielo, no lo lograría; es más, nadie lo lograría.
Permítame mostrarle un versículo maravilloso en Romanos 4:5: "Pero al que no obra, sino que cree en aquel que justifica al impío, se considera su fe como justicia". Dios no dice que soy justo debido a mis buenas obras, sino por poner mi fe donde Dios puso mis pecados, en Jesús. Fíjese ahora en lo que dice Romanos 4:6: "De igual manera, David también proclama la felicidad del hombre a quien Dios confiere justicia sin obras". ¿Sabe usted lo que significa la palabra confiere? Quiere decir poner a la cuenta de alguien.
Al recibir usted la salvación, Dios escribió en su cuenta: "Justo". Usted no se la ganó. Feliz es el "hombre a quien Dios confiere justicia sin obras". Dios lo puso a su cuenta sin mirar sus buenas obras.
Esto se pone aun mejor. Romanos 4:7 dice: "...Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos". Ahora, mire esto: Cuando ponemos nuestra fe en Cristo Dios nos llama justos. Él pone esa justicia en nuestra cuenta sin ninguna obra hecha por nosotros, y luego dice: "Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas". ¡Eso es estupendo!
Si usted me robara 10 dólares y viniera a decirme: "Lo siento, le robé 10 dólares. Aquí se los devuelvo". Y luego dijera: "¿Puede perdonarme?". Yo podría decir: "Por supuesto, lo perdono", pero no puedo limpiarlo. A pesar de todo usted robó. Todo lo que puedo hacer es perdonarlo. Pero este versículo dice: "cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos". Cubiertos quiere decir que son borrados como si nunca hubiera sucedido.
Pero veamos que se pone aún mejor. Mire el versículo 8: "Bienaventurado el hombre [y esta es la parte más fuerte] a quien el Señor jamás le tomará en cuenta su pecado". No sólo nos confiere justicia, no sólo nos perdona, no sólo borra nuestros pecados, sino que la Escritura también dice que el Señor no toma en cuenta el pecado. Si Dios pusiera medio pecado a mi cuenta, me perdería para siempre. Si dependiéramos de nosotros para nuestra salvación nunca la tendríamos.
Usted dice: "Está bien, hoy me porté muy bien, pero perdí el temperamento en el tráfico,' me enojé con mi hijo, y le di una patada al gato. Probablemente no lo logre". No amigo, esta es una salvación maravillosa porque es de Dios. No es una excusa para pecar, como le mostraré luego en el capítulo 4: Cada cristiano debe conocer lo que sucede cuando peca.
Recuerde la provisión perfecta del Calvario. Nadie se salva dos veces porque Jesús murió sólo una vez, "Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los santificados" (Hebreos 10:14).

La nueva posición de los santos

¿Cuál es su nueva posición? Al ser salvo, usted está en Cristo Jesús. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).
Sólo hay dos tipos de personas, y cada uno de nosotros somos parte de uno de ellos. Adán o Cristo. En Adán todos mueren, en Cristo todo es vivificado; todos estamos o en Adán o en Cristo.
Si usted está en Cristo, esa es su nueva posición, y lo que pertenece a Jesús le pertenece a usted. Usted está en Cristo. La única manera en la que usted podría perder su salvación sería que Cristo perdiera su relación con el Padre, pues usted está en Cristo y es parte del cuerpo de Cristo. Sería inconcebible que una parte del cuerpo de Cristo muriera.

Un poco de arca-elogía
Puesto que Dios quiere que nosotros entendamos la salvación, nos da muchas ilustraciones y lecciones objetivas en la Biblia. El arca de Noé es una de esas lecciones objetivas de salvación. Pedro nos dice que el arca es una imagen, un tipo del Señor Jesucristo (ver 1 Pedro 3:18-22). Como quiero ver qué tipo de estudioso de la Biblia es usted, le vaya contar la historia del arca. Verifíquela para ver si lo que digo es correcto.
Dios dijo: "Noé, la forma como la gente está viviendo es una desgracia, lamento haber hecho la humanidad. Puesto que la voy a destruir con un diluvio, construye un arca. Te daré las dimensiones y te mostraré cómo construida. Y cuando hayas terminado, Noé, quiero que pongas unas clavijas a un lado del arca para que te sostengas. Pon ocho, una para ti, otra para tu esposa, otra para Sem, otra para Cam, otra para Jafet, y una para la esposa de cada uno de ellos. Y cuando empiece el diluvio, busca una escalera, sube y agárrate de una de esas clavijas y sostente con todas tus fuerzas porque va a ser un paseo largo y duro. Ahora Noé, si te puedes sostener hasta que el agua baje, te salvarás. Entonces Noé se aferró a una de esas resbalosas clavijas y comenzó a esperar. Noé miraba a su esposa y le decía: 'Querida, ora para que me sostenga fielmente hasta el fin"'.
¿Sucedió así? Claro que no, y usted lo sabe. Dios le dijo a Noé que hiciera el arca.
Luego la Biblia dice:"...Y Jehovah le cerró la puerta" (Génesis 7:16). ¿Por qué cerró Dios la puerta? Por dos razones: Para mantener el agua afuera y mantener a Noé adentro.
Noé y su familia estaban en el arca. ¿Qué tan seguro estaba Noé? Tan seguro como el arca. ¿Qué tan seguro estoy yo? Tan seguro como Jesús, que es mi arca de seguridad. Noé pudo haberse caído dentro del arca, pero nunca se cayó. Pues ¡Dios lo encerró y lo selló!
Después de ser salvos somos "...sellados con el Espíritu Santo de la promesa" (Efesios 1:13). Somos sellados en el Señor Jesucristo.

¡Aleluya, lo logré!
Mucha gente cree en la seguridad eterna, pero la clase de seguridad eterna en la que creen es la que dice: "Uno de estos días llegaré al cielo y diré: '¡Lo logré! ¡Aleluya! Aquí estoy en el cielo... Gracias a Dios estoy seguro'. Tiraré la puerta tras de mí. Estoy seguro en el cielo". Bien, ahora espere un momento. ¿Qué le hace pensar que estará seguro en el cielo? Del cielo cayeron ángeles. Si usted no está seguro aquí abajo, tampoco lo estará allá arriba.
La seguridad no está en un lugar; está en una persona, ¡cuyo nombre es Jesús! Usted está en Cristo. Recuerde de nuevo la promesa de Dios en 2 Corintios 5:17: "...si alguno está en Cristo, nueva criatura es". Esa es 'otra razón por la que usted puede saber que está eternamente seguro y es por su posición en Cristo.

La provisión eterna del creyente

En Juan 5:24 el Señor Jesús dice: "De cierto, de cierto [cuando Jesús dice, 'de cierto, de cierto' quiere decir 'presten atención, escuchen'] os digo que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna. El tal no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida". Jesús dijo: "Escuchen, presten atención. Cuando escuchan mi palabra y creen en el Dios que me envió a ser el Salvador del mundo, tienen vida eterna. No vendrán a condenación, no serán juzgados, sino que han pasado de muerte a vida".
¿Cuándo se obtiene la vida eterna? ¿Se recibe la vida eterna al morir e ir al cielo? Por supuesto que no. Quizás usted haya visto estas palabras marcadas en alguna lápida en un cementerio: "Entró en la vida eterna". No, amigo, si usted no tiene la vida eterna antes de morir, no la tendrá cuando lo entierren. Usted recibe la vida eterna en el momento de creer en Jesucristo. Eso es lo que dice la Escritura: "De cierto, de cierto os digo que el que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna [no dice: tendrá]. El tal no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida". Fíjese que dice: "ha pasado" no dice "pasará".
¿Tiene usted vida eterna? Si cree en Cristo, sí la tiene. ¿Cuándo la obtuvo? Cuando creyó.
Si usted tiene vida eterna, ¿esa terminará algún día? Claro que no, porque es eterna. Si termina, lo que usted tenía no era eterno. Supongamos que usted ha sido cristiano por 10 años y entonces pierde su salvación. ¿Qué tuvo usted? Una vida de 10años. Supongamos que usted ha sido cristiano por 50 años y entonces pierde la salvación, ¿Qué tuvo usted? Una vida de 50 años. Amigo, cualquier cosa que usted tenga, si alguna vez la pierde, sea lo que haya sido, no fue eterna.
Jesús dijo: ''Yoles doy vida eterna" (Juan 10:28).No es que ellos la obtengan al morir. Es en tiempo presente. Usted tiene la vida eterna ahora. ¿No es estupendo? ¡Seguro que sí! ¡Es maravilloso!

La oración intercesora de Jesús

Jesús está orando por usted. Su gran oración sacerdotal está en Juan 17:9. Esta fue la oración que él hizo por sus discípulos: ''Yo ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque tuyos son". ¿Qué pidió Jesús al orar por sus apóstoles, por sus discípulos? "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del maligno" (Juan 17:15). Él dice: "Señor, no te pido que los lleves de inmediato al cielo, sino te pido que los mantengas alejados del maligno".
En Lucas 22:31, 32 Jesús le dijo a Simón Pedro: "Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearas como a trigo. Pero yo he rogado por ti, que tu fe no falle...". ¿Hizo Jesús alguna oración que no fuera contestada? ¡Claro que no! Él dijo: "...Padre, te doy gracias porque siempre me oyes" (Juan 11:41). ¿Por qué? Él siempre oró para hacer la voluntad del Padre. Él siempre oró con fe. El pecado nunca estorbó su oración. Cada oración que hizo fue contestada, y oró por sus discípulos: "Padre, te pido que los guardes".
Jesús dijo: "Pedro, el diablo quiere zarandearte como al trigo. Yo vaya permitirle hacerla porque necesitas entender lo que hay en tu corazón. Necesitas entender que hay algo que debe salir. Vaya permitirle hacerla, pero he orado por ti para que tu fe no falle". Y ese mismo Pedro que maldijo, juró y negó a Cristo, fue el flameante apóstol de Pentecostés que escribió dos libros del Nuevo Testamento. ¿Por qué? Porque Jesús oró por él.
Usted puede decir: "Sí, seguro, por Pedro oraron, y también por Santiago, Mateo y el resto de ellos. Pero Jesús nunca oró por mí de esa manera". Bien, en Juan 17:20 Jesús dice: "Pero no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos". Simplemente escriba su nombre justo debajo del nombre de ellos porque él también pudo haber puesto allí su nombre. Jesús ha orado para que usted sea guardado. Esa es una oración que transciende los siglos y las edades.
Si él ha orado por usted, ¿recibirá respuesta su oración? ¡Claro que sí! Hebreos 7:25 dice: "Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de él se acercan a Dios...". "Salvar por completo". ¿Sabe lo que eso significa? Salvarlo hasta el fin porque él siempre está intercediendo por usted. El Señor Jesús hizo un trabajo completo en el Calvario. Él murió en la cruz y dijo: "¡Consumado es!" (Juan 19:30). Pero el trabajo que no ha terminado es la intercesión. Él está orando por usted y por mí, y esa oración es respondida. Él dijo: "Padre, te doy gracias porque me oíste".

La omnipotencia de Dios

Tengo hijos y nietos, y quiero decirle esto: Si alguien quisiera hacerles daño o alejarlos de su familia y del amor de sus seres queridos y destruirlos, si yo pudiera hacer algo lo impediría. ¿Eso tiene sentido para usted? Si yo pudiera, evitaría que eso pasara. Pero yo soy tan sólo un ser humano y no tengo todo el poder para evitarlo, pero Dios sí puede hacerla porque él es todopoderoso. "Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su grande misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos; para una herencia incorruptible, incontaminable e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros" (1 Pedro 1:3, 4).
Amigo, hay un tesoro reservado en la gloria para usted que los abogados no pueden tomar, la inflación no puede tocar, ni el diente roedor del tiempo, ni la descomposición pueden destruir. Está allí. Esa es su herencia. El versículo 5 dice: "que sois guardados por el poder de Dios...". Usted es guardado por el poder de Dios. No es porque usted se aferra; es porque él lo sostiene a usted.
La gente dice: "Sólo ore para que yo me mantenga fiel hasta el fin". Bien, debemos orar los unos por los otros para ser cristianos fieles, pero no se trata de sostenernos nosotros mismos, es él el que nos sostiene. Jesús dijo: "Yoles doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede arrebatar de las manos del Padre" (Juan 10:28, 29).
¿Puede imaginarse un poder tan fuerte como para que pueda arrebatarlo a usted de las manos de Dios? Algunas personas dicen: ''Yo creo que el diablo puede alejarnos de Dios". ¡Ah! ¿Usted cree eso? ¿Cree que el diablo lo puede alejar de Dios? Bien, entonces, si pudiera, ¿por qué no lo tiene él a usted? Piense al respecto. ¿No ha sido bueno el diablo con usted? Él tiene el poder, pero simplemente no lo ha hecho. Ahora, esa es una doctrina extraña ¿verdad? Ir al cielo por la bondad del diablo. ¡No, no, no! Usted va al cielo por la gracia de Dios, y la única razón por la que el diablo no lo ha arrebatado de las manos de Dios es simplemente porque no puede.
"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yoles doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano [nadie puede hacerlo]" (Juan 10:27,28). El poder de Dios nos guarda.
Nunca crea que por estar eternamente seguro, no importa la manera como usted viva. Dios corregirá esa teoría en un instante disciplinándolo. "Porque el Señor disciplina al que ama..." (Hebreos 12:6). Eso una insensatez asumir que esta es una licencia para pecar.

Yo peco todo lo que quiera
Algunas personas dicen: "Sí, yo creo en la seguridad eterna, sencillamente puedo ser salvo y pecar todo lo que quiera". Yo peco más de lo que quiero. Yo no quiero pecar. Nada me agradaría más que saber que no volvería a hacerla. Uno de estos días, cuando Dios haya terminado conmigo no volveré a pecar, cuando él me haya glorificado. Y si usted aún desea pecar, entonces necesita arreglar sus cuentas con el Señor. Necesita nacer de nuevo. "...si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17)".
Le he dado 8 razones extraídas directamente de la Biblia para que usted pueda saber que está eternamente seguro. Recuerde que ser salvo es estupendo. Pero es aún mejor ser salvo y saber que lo es, y todavía es más maravilloso saber que es salvo, estar seguro de que lo es y saber que nunca perderá su salvación.

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