ACERCA DE LA SEGURIDAD ETERNA Por Adrian Rogers
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las
conozco, y me siguen. Yo les doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las
arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie
las puede arrebatar de las manos del Padre.
Juan 10:27-29
¿Habrá
algo mejor que" ser salvo? Cuidado con su respuesta porque es una pregunta
capciosa. Sí,
hay algo mejor que ser salvo: ser salvo y tener la
bendita seguridad de saberlo. Bien, ¿habrá algo mejor que ser salvo y saberlo?
¡Sí! Es ser salvo, saber que se es salvo y saber que nunca jamás se puede perder
la salvación.
Si esa
proposición es cierta, usted tendrá que admitir que ser salvo y nacido de
nuevo, y estar ligado al cielo es una maravillosa realidad; que puede tener
absoluta seguridad de que es salvo y saber que nunca perderá su
salvación. Ahora, quiero mostrarle que ¡eso es verdad!
A veces
se ve la seguridad eterna como una doctrina denominacional, pero vayamos más
allá de eso. Lo que una denominación crea no hace ninguna diferencia si tal
creencia no está basada en la
Biblia. Vamos a ver lo que la Biblia dice respecto a la
seguridad eterna. Si la Biblia
lo dice tenemos que creerlo, pero si la Biblia no lo dice, entonces no tenemos ninguna
autoridad para creerlo. La doctrina de la seguridad eterna no es incidental, es
absolutamente fundamental para su vida cristiana por muchas razones.
Su salud espiritual
Primero,
por salud espiritual, usted necesita tener esta seguridad. ¿Puede usted
imaginarse a un niño que no sabe si de un día para otro dejará de ser parte de
su familia? Quizás por haberse portado mal y desobedecer, un día deja de ser
miembro de la familia. Luego, después de varias semanas, se arrepiente; como se
porta bien, lo reciben de nuevo en la familia. Otra vez tiene su habitación,
puede volver a ver a sus padres y a sus hermanos. Pero vuelve a portarse mal;
entonces, ellos ya no son sus padres, ni sus hermanos; y la casa tampoco es
suya. ¿Puede usted imaginar el choque emocional que sufriría tal niño si
sucediera eso cada vez que él hace algo indebido?
Conozco
cristianos que son emocionalmente un desastre porque no tienen la seguridad de
ser hijos de Dios. Un día están en la familia y al otro están fuera de ella;
después regresan a la familia y luego otra vez están fuera de ella.
Su productividad
No sé
de muchos cristianos que sean espiritualmente productivos y que no tengan la
seguridad de su salvación ni entiendan que están seguros eternamente. ¿Por qué
pasa esto? Muy sencillo. Cuando sabemos que el futuro está seguro podemos
concentrarnos en el presente.
En el
año 1937 fue construido en San Francisco, California, Estados Unidos de
América, el puente Golden Gate, que se extiende a
lo largo de esa gran bahía. He visto ese puente, es una obra admirable.
Trabajar en ese puente fue algo peligroso y traicionero a medida que comenzaba
a elevarse cientos de metros por encima de las revoltosas y heladas aguas de la
bahía. Los obreros temían por sus vidas, algunos cayeron y se ahogaron. En
total 23 personas perdieron su vida en accidentes mientras se construía el
puente, hasta que la administración dijo: "Tenemos que hacer algo al
respecto". Así que decidieron construir una red de seguridad debajo de los
obreros; finalmente la construyeron e invirtieron 100.000 dólares. Una vez
tomadas las medidas de seguridad, se dieron cuenta de que no había sido un
gasto infructuoso, fue un gran ahorro, porque el trabajo se hizo un 25% de
tiempo más rápido, y se perdieron menos vidas. En verdad sólo 10 obreros, menos
de la mitad del número de obreros que habían perecido antes, cayeron en la red
y desde luego sus vidas se salvaron.
¿Por
qué pudieron esas personas trabajar con más productividad? ¡Debido a su
seguridad! Ellos sabían que la red estaba ahí. Así es en la vida cristiana.
Yo no
me estoy esforzando para mantenerme seguro. Yo sé que soy salvo. Soy salvo por
la gracia de Dios y por consiguiente puedo ser productivo sirviendo con
gratitud. Cuando estamos seguros del futuro podemos concentrarnos en el presente.
Su ayuda en el evangelismo
A
muchos les gustaría ser salvos, pero piensan: "Bien, yo sencillamente no
puedo vivido. No puedo ayudar. Sé lo débil que soy". Ellos simplemente
tienen miedo de avanzar en la iglesia. Profesan ser cristianos, y después caen
y quedan como insensatos.
Cuán
maravilloso es decirles a esas personas que el Dios que los salva es el Dios
que los guardará. Es una gran herramienta para el evangelismo compartir del
Señor Jesucristo.
En primer lugar ellos nunca
fueron cristianos
¿Qué
significa seguridad eterna? No significa que tan pronto una persona entra a
formar parte de una iglesia y se bautiza tiene seguridad eterna, porque es
posible que no sea salva. Cuando hablamos de tener seguridad eterna nos
referimos a alguien que ha llegado a participar de la naturaleza divina, que ha
nacido del cielo y que por consiguiente está unido al cielo, alguien que ha
nacido de nuevo y se ha convertido genuinamente en hijo de Dios.
A veces
cuando enseño el tema del nuevo nacimiento no falta quien diga: "Conozco
una persona que era cristiana, pero que dejó de serlo". Yo sencillamente
le digo: "Bien, usted cree conocer a alguien que era cristiano, pero que
dejó de serlo. Quizá nunca fue cristiano, o quizá lo siga siendo. Usted no está
en posición de juzgar".
Nunca te conocí
Muchos
parecen ser cristianos y actúan como tales, pero nunca han sido salvos. Mateo
7:22 es un versículo interesante donde Jesús habla acerca del juicio final:
"Muchos me dirán en aquel día: '¡Señor, Señor!, [esa es una declaración
apropiada. ¡Lo llaman Señor!] ¿No profetizamos en tu nombre [la palabra profetizar quiere decir hablar de parte Dios, y ¡evidentemente son
predicadores!]? ¿En tu nombre no echamos demonios [afirmando que exorcizaron
demonios de la gente]? ¿Yen tu nombre no hicimos muchas obras poderosas [quizás
cantaron en el coro, recogieron la ofrenda o enseñaron en la Escuela Dominical]?'.
Entonces yo les declararé: 'Nunca os he conocido. ¡Apartaos de mí, obradores de
maldad!"'. Jesús no dice: "Ustedes tuvieron la salvación, pero la
perdieron". En lugar de eso dice: "Nunca os he conocido".
Usted
dice que esa persona fue cristiana y que ya no lo es, porque la oyó profetizar
y la vio hacer todas esas maravillosas obras. Pero no perdió su salvación. La
verdad es que posiblemente nunca la tuvo.
Permítame
darle un pasaje en contraposición a Mateo 7:22, 23. En Juan 10:27, 28 Jesús
dice: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yoles doy
vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano". En
el pasaje de Mateo, Jesús dice: "Nunca os he conocido".Esta vez dice:
"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yoles doy vida
eterna, y no perecerán jamás...". Vea la diferencia: Algunos son
religiosos, pero nunca fueron salvos. Los otros son salvos, y no perecerán
jamás. Quienes caen y se alejan nunca fueron verdaderamente salvos.
Otro
versículo clave es 1 Juan 2:19 donde habla de quienes empiezan por un tiempo en
los caminos del Señor y después se alejan de la fe. Este versículo lo explica
así: "Salieron de entre nosotros, pero no eran de nosotros; porque si
hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron para
que fuera evidente que no todos eran de nosotros". Estas personas empiezan
con Dios, permanecen por un tiempo y luego vuelven al camino viejo. Alguien
dice: "Perdieron su salvación". Juan dice: "No, ellos salieron de
nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros,
habrían permanecido con nosotros". Me gusta el siguiente refrán porque lo
resume todo: La fe que fracasa antes de terminar, tiene una falla desde el
principio. En realidad ellos nunca conocieron al Señor.
Quiero
darle algunas razones por las que yo creo en la seguridad eterna del creyente.
La sagrada promesa de Dios
En
Romanos 8:38, 39 se encuentra una sagrada promesa que Dios le ha hecho a usted.
Preste mucha atención porque esta va a ser una de las declaraciones más
absolutas que usted pueda leer en la Biblia.
Pablo nos menciona diez grandes oponentes que nunca podrán
separarnos del amor de Dios. "Por lo cual estoy convencido de que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por
venir, ni poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos
podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro".
Observe
estos oponentes:
·
La muerte
·
La vida
·
Ángeles
·
Principados
·
Lo presente
·
Lo por venir
·
Poderes
·
Lo alto
·
Lo profundo
·
Ninguna otra cosa creada
Eso es
poderoso, ¿verdad? Él está diciendo que nada nos puede separar del amor
de Dios. Esa es una promesa sagrada.
Lo
desafío a usted, apreciado lector, a nombrar cualquier fuerza que pueda
separarnos del amor de Dios, que Pablo no la haya mencionado.
El propósito establecido por Dios
En
Filipenses 1:6, el apóstol Pablo dice: "estando convencido de esto: que el
que en vosotros comenzó la buena obra, la perfeccionará...". Pablo estaba
seguro de que lo que Dios empieza, lo termina. Dios es el que nos salva. La
salvación es obra de Dios, no es "hágalo usted mismo". ¿Quién comenzó
en nosotros la buena obra? ¡El Espíritu Santo de Dios! Él fue el que nos convenció. ¿Cree que usted mismo se convenció de su pecado? No, la Biblia dice: "...no
hay quien busque a Dios" (Romanos 3:11). Él fue quien lo persiguió y lo
convenció de su pecado. Si él no pudiera correr más rápido que usted, usted
nunca habría podido ser salvo. "Nosotros amamos, porque él nos amó
primero" (1 Juan 4:19).
Él no
sólo es quien convence, también es el que convierte. Él fue quien abrió nuestro entendimiento. Esa es la razón por la
que yo oro antes de predicar. Cualquier cosa que pueda decide, alguien más
puede quitársela diciéndole otra cosa. Todo lo que el Espíritu Santo le dé a
usted, es suyo.
Por ser
el Espíritu el que convence y el que convierte, es el que completa. ¿Alguna vez ha comenzado usted algo que no pudo terminar? Cuando
yo era niño construía modelos de aviones a escala. No creo haber terminado por
lo menos uno de ellos. Esa es una falla de mi carácter.
Muchos
de nosotros comenzamos cosas que sencillamente no podemos terminar.
Una vez
escuché a Beto y a Jaime hablar, Beto le dijo a Jaime:
-Mi
papá tiene una lista de hombres a los que puede golpear, y el nombre de tu papá
es el primero en la lista.
Jaime
fue a casa y le dijo a su papá:
-Papá,
¿sabías que el papá de Beto tiene una lista de hombres a los que él puede
golpear, y que tu nombre es el primero en la lista?
-¿De verdad?
-dijo el papá de Jaime.
-Eso
fue lo que oí -respondió Jaime.
El papá
de Jaime fue a la casa del papá de Beto; llamó a la puerta, y dijo:
-Mi
hijo Jaime dice que su hijo Beto dijo que usted tiene una lista de hombres a
los que puede golpear, y que mi nombre es el primero. ¿Eso es verdad?
El papá
de Beto dijo:
-Sí, es
verdad.
El papá
de Jaime dijo:
-Bien,
puesto que yo no creo que pueda hacerlo, ¿qué hará al respecto?
El papá
de Beto respondió:
-Bien,
quitaré su nombre de la lista.
Dios
nunca tiene que quitar nuestro nombre de la lista. Él nunca empieza algo que no
pueda terminar. Doy gracias a Dios por eso.
Mire de
nuevo este versículo: "estando convencido de esto: que el que en vosotros
comenzó la buena obra, la perfeccionará...". Si la salvación es obra suya,
quizá termine en una zanja en algún punto, pero si es la obra de Dios, se completará. Eso es lo maravilloso, pero permítame darle otra
razón.
La soberana predestinación de Dios
Usted
ya está predestinado para ser semejante a Jesús. En este punto estamos hablando
de teología pura, pero veamos lo que la Biblia dice en Romanos 8:29, 30: "Sabemos
que a los que antes conoció [él sabía que usted iba a ser salvo antes de que lo
fuera], también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su
Hijo; a fin de que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que
predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó".
Dios
tiene un plan para usted, y ese es que usted va a ser semejante a Jesús. Dios
lo vio antes de que naciera. Ello vio recibir a Cristo como su Salvador y
Señor. Él dijo: "Este va a ser semejante a Jesús". "Sabemos que
a los que antes conoció, también los predestinó... ". ¿Sabe usted qué
significa "predestinó"? Significa que su destino ya está determinado.
Usted está predestinado para ser semejante a Jesús. Si está predestinado para
ser semejante a Jesús, ¿será semejante a Jesús? (está bien decir que sí; lo
malo sería decir que no). Si usted está predestinado a ser semejante a Jesús ciertamente será semejante a Jesús. Lo que es conocido de antemano en el cielo
no puede ser anulado por el infierno. Está predestinado. ¡Está establecido!
Lea de
nuevo los versículos: "Sabemos que a los que antes conoció [él sabía que
usted iba a ser salvo antes de que lo fuera], también los predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo; a fin de que él sea el
primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también
llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; ya los que justificó, a
éstos también glorificó".Podríamos esperar que dijera:
"glorificará". Sin embargo, Dios ya lo ve a usted glorificado antes
de que suceda porque nosotros vivimos en la
historia, pero él vive por encima y más allá de la historia. Dios ya lo vea usted glorificado en el cielo. Pues
bien, si eso es cierto, y desde luego que lo es, usted obviamente está
predestinado para ser semejante a Jesucristo.
Usted
puede decir: "En este momento no me siento muy glorificado", pero
recuerde, él todavía no ha terminado con usted. Pero ha empezado una buena
obra, y lo que él ha comenzado lo completará. Usted está predestinado, si es
creyente, para ser semejante al Señor Jesucristo.
La provisión perfecta del Calvario
En
Hebreos 10:14 la Biblia
dice algo maravilloso: "Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado [el
Señor] para siempre a los santificados". Note la frase "ha
perfeccionado para siempre". Jesucristo fue clavado en esa cruz para nunca
más volver a morir. Su única ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que
hemos sido salvos. Debido a ese perfecto sacrificio tendremos perfección
completa en el Señor Jesucristo. Cuando usted llega a ser salvo, Dios no le da
simplemente un nuevo comienzo, él le da perfección eterna por esa "única
ofrenda".
En
ninguna parte de la Biblia
se puede encontrar a alguien que haya sido salvado dos veces. No se puede
encontrar. Usted no puede encontrar a alguien que haya sido salvo dos veces,
así como tampoco puede encontrar a nadie que haya nacido dos veces físicamente.
Físicamente se nace una sola vez, y espiritualmente se nace una sola vez. Usted
nunca encontrará esa repetición. ¿Por qué? "Porque con una sola ofrenda ha
perfeccionado [el Señor] para siempre a los santificados [a nosotros]".
Cuando usted fue salvo, fue sellado con un sello que decía: "Válido sólo
por una salvación". Si usted perdiera esa salvación, Jesús tendría que
morir de nuevo para que pudiera ser salvo de nuevo. Usted se salva el mismo
número de veces que Jesús murió. "Porque con una sola ofrenda ha
perfeccionado para siempre...".
Entonces
alguien puede decir: "¿Qué tal si peco después de ser salvo?". Todos
hemos pecado después de haber sido salvos. Jesús es un Salvador, no un
vigilante de libertad condicional. Si yo dependo de mi comportamiento para
mantenerme salvo, entonces estaré perdido y sin esperanza. Si usted
permaneciera cerca de mí, diría: "Ajá, él no peca". Pero usted
cometería un error. Yo no robo, no cometo adulterio, no uso en vano el nombre
de Dios, no digo mentiras. Pero ¿sabe usted cómo define la Biblia el pecado?
"...al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, eso le es pecado"
(Santiago 4:17).Yo no siempre hago todo lo que sé que debo hacer. La Biblia dice: "La
intención del insensato es pecado..." (Proverbios 24:9). También la Biblia dice: "...todo
lo que no proviene de fe es pecado" (Romanos 14:23). ¿Tengo la fe perfecta
en todo? No, y me entristece mucho decirlo.
Nunca
confiaría en que los mejores 15 minutos de mi vida me llevarán al cielo, mucho
menos algunos de los peores. Y si dependiera de mi conducta para ir al cielo,
no lo lograría; es más, nadie lo lograría.
Permítame
mostrarle un versículo maravilloso en Romanos 4:5: "Pero al que no obra,
sino que cree en aquel que justifica al impío, se considera su fe como
justicia". Dios no dice que soy justo debido a mis buenas obras, sino por
poner mi fe donde Dios puso mis pecados, en Jesús. Fíjese ahora en lo que dice
Romanos 4:6: "De igual manera, David también proclama la felicidad del hombre
a quien Dios confiere justicia sin obras". ¿Sabe usted lo que significa la
palabra confiere?
Quiere decir poner a la cuenta de alguien.
Al
recibir usted la salvación, Dios escribió en su cuenta: "Justo".
Usted no se la ganó. Feliz es el "hombre a quien Dios confiere justicia
sin obras". Dios lo puso a su cuenta sin mirar sus buenas obras.
Esto se
pone aun mejor. Romanos 4:7 dice: "...Bienaventurados aquellos cuyas
iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos". Ahora, mire
esto: Cuando ponemos nuestra fe en Cristo Dios nos llama justos. Él pone esa
justicia en nuestra cuenta sin ninguna obra hecha por nosotros, y luego dice:
"Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas". ¡Eso es
estupendo!
Si
usted me robara 10 dólares y viniera a decirme: "Lo siento, le robé 10
dólares. Aquí se los devuelvo". Y luego dijera: "¿Puede
perdonarme?". Yo podría decir: "Por supuesto, lo perdono", pero
no puedo limpiarlo. A pesar de todo usted robó. Todo lo que puedo hacer es
perdonarlo. Pero este versículo dice: "cuyas iniquidades son perdonadas, y
cuyos pecados son cubiertos". Cubiertos quiere decir que son borrados como si nunca hubiera sucedido.
Pero
veamos que se pone aún mejor. Mire el versículo 8: "Bienaventurado el
hombre [y esta es la parte más fuerte] a quien el Señor jamás le tomará en
cuenta su pecado". No sólo nos confiere justicia, no sólo nos perdona, no
sólo borra nuestros pecados, sino que la Escritura también dice que el Señor no toma en
cuenta el pecado. Si Dios pusiera medio pecado a mi cuenta, me perdería para
siempre. Si dependiéramos de nosotros para nuestra salvación nunca la
tendríamos.
Usted
dice: "Está bien, hoy me porté muy bien, pero perdí el temperamento en el
tráfico,' me enojé con mi hijo, y le di una patada al gato. Probablemente no lo
logre". No amigo, esta es una salvación maravillosa porque es de Dios. No
es una excusa para pecar, como le mostraré luego en el capítulo 4: Cada cristiano debe conocer
lo que sucede cuando peca.
Recuerde
la provisión perfecta del Calvario. Nadie se salva dos veces porque Jesús murió
sólo una vez, "Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los santificados" (Hebreos 10:14).
La nueva posición de los santos
¿Cuál
es su nueva posición? Al ser salvo, usted está en Cristo Jesús. "De modo
que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he
aquí todas son hechas nuevas" (2 Corintios 5:17).
Sólo
hay dos tipos de personas, y cada uno de nosotros somos parte de uno de ellos.
Adán o Cristo. En Adán todos mueren, en Cristo todo es vivificado; todos
estamos o en Adán o en Cristo.
Si
usted está en Cristo, esa es su nueva posición, y lo que pertenece a Jesús le
pertenece a usted. Usted está en Cristo. La única manera en la que usted podría
perder su salvación sería que Cristo perdiera su relación con el Padre, pues
usted está en Cristo y es parte del cuerpo de Cristo. Sería inconcebible que
una parte del cuerpo de Cristo muriera.
Un poco de arca-elogía
Puesto
que Dios quiere que nosotros entendamos la salvación, nos da muchas ilustraciones
y lecciones objetivas en la
Biblia. El arca de Noé es una de esas lecciones objetivas de
salvación. Pedro nos dice que el arca es una imagen, un tipo del Señor
Jesucristo (ver 1 Pedro 3:18-22). Como quiero ver qué tipo de estudioso de la Biblia es usted, le vaya
contar la historia del arca. Verifíquela para ver si lo que digo es correcto.
Dios
dijo: "Noé, la forma como la gente está viviendo es una desgracia, lamento
haber hecho la humanidad. Puesto que la voy a destruir con un diluvio, construye
un arca. Te daré las dimensiones y te mostraré cómo construida. Y cuando hayas
terminado, Noé, quiero que pongas unas clavijas a un lado del arca para que te
sostengas. Pon ocho, una para ti, otra para tu esposa, otra para Sem, otra para
Cam, otra para Jafet, y una para la esposa de cada uno de ellos. Y cuando
empiece el diluvio, busca una escalera, sube y agárrate de una de esas clavijas
y sostente con todas tus fuerzas porque va a ser un paseo largo y duro. Ahora
Noé, si te puedes sostener hasta que el agua baje, te salvarás. Entonces Noé se
aferró a una de esas resbalosas clavijas y comenzó a esperar. Noé miraba a su
esposa y le decía: 'Querida, ora para que me sostenga fielmente hasta el
fin"'.
¿Sucedió
así? Claro que no, y usted lo sabe. Dios le dijo a Noé que hiciera el arca.
Luego la Biblia dice:"...Y Jehovah
le cerró la puerta" (Génesis 7:16). ¿Por qué cerró Dios la puerta? Por dos
razones: Para mantener el agua afuera y mantener a Noé adentro.
Noé y
su familia estaban en el arca. ¿Qué tan seguro estaba Noé? Tan seguro como el
arca. ¿Qué tan seguro estoy yo? Tan seguro como Jesús, que es mi arca de
seguridad. Noé pudo haberse caído dentro del arca, pero nunca se cayó. Pues
¡Dios lo encerró
y lo selló!
Después
de ser salvos somos "...sellados con el Espíritu Santo de la promesa"
(Efesios 1:13). Somos sellados en el Señor Jesucristo.
¡Aleluya, lo logré!
Mucha
gente cree en la seguridad eterna, pero la clase de seguridad eterna en la que
creen es la que dice: "Uno de estos días llegaré al cielo y diré: '¡Lo
logré! ¡Aleluya! Aquí estoy en el cielo... Gracias a Dios estoy seguro'. Tiraré
la puerta tras de mí. Estoy seguro en el cielo". Bien, ahora espere un
momento. ¿Qué le hace pensar que estará seguro en el cielo? Del cielo cayeron
ángeles. Si usted no está seguro aquí abajo, tampoco lo estará allá arriba.
La
seguridad no está en un lugar; está en una persona, ¡cuyo nombre es Jesús! Usted está en
Cristo. Recuerde de nuevo la promesa de Dios en 2 Corintios 5:17: "...si
alguno está en Cristo, nueva criatura es". Esa es 'otra razón por la que
usted puede saber que está eternamente seguro y es por su posición en Cristo.
La provisión eterna del creyente
En Juan
5:24 el Señor Jesús dice: "De cierto, de cierto [cuando Jesús dice, 'de
cierto, de cierto' quiere decir 'presten atención, escuchen'] os digo que el
que oye mi palabra y cree al que me envió tiene vida eterna. El tal no viene a
condenación, sino que ha pasado de muerte a vida". Jesús dijo:
"Escuchen, presten atención. Cuando escuchan mi palabra y creen en el Dios
que me envió a ser el Salvador del mundo, tienen vida eterna. No vendrán a
condenación, no serán juzgados, sino que han pasado de muerte a vida".
¿Cuándo
se obtiene la vida eterna? ¿Se recibe la vida eterna al morir e ir al cielo?
Por supuesto que no. Quizás usted haya visto estas palabras marcadas en alguna
lápida en un cementerio: "Entró en la vida eterna". No, amigo, si
usted no tiene la vida eterna antes de morir, no la tendrá cuando lo entierren.
Usted recibe la vida eterna en el momento de creer en Jesucristo. Eso es lo que
dice la Escritura:
"De cierto, de cierto os digo que el que oye mi palabra y cree al que me
envió tiene
vida eterna [no dice: tendrá]. El tal no vendrá a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida". Fíjese que dice: "ha pasado" no dice "pasará".
¿Tiene usted vida eterna? Si cree en Cristo, sí la tiene. ¿Cuándo la obtuvo?
Cuando creyó.
Si
usted tiene vida eterna, ¿esa terminará algún día? Claro que no, porque es
eterna. Si termina, lo que usted tenía no era eterno. Supongamos que usted ha
sido cristiano por 10 años y entonces pierde su salvación. ¿Qué tuvo usted? Una
vida de 10años. Supongamos que usted ha sido cristiano por 50 años y entonces
pierde la salvación, ¿Qué tuvo usted? Una vida de 50 años. Amigo, cualquier cosa
que usted tenga, si alguna vez la pierde, sea lo que haya sido, no fue eterna.
Jesús
dijo: ''Yoles doy vida eterna" (Juan 10:28).No es que ellos la obtengan al
morir. Es en tiempo presente. Usted tiene la vida eterna ahora. ¿No es
estupendo? ¡Seguro que sí! ¡Es maravilloso!
La oración intercesora de Jesús
Jesús
está orando por usted. Su gran oración sacerdotal está en Juan 17:9. Esta fue
la oración que él hizo por sus discípulos: ''Yo ruego por ellos. No ruego por
el mundo, sino por los que me has dado, porque tuyos son". ¿Qué pidió
Jesús al orar por sus apóstoles, por sus discípulos? "No ruego que los
quites del mundo, sino que los guardes del maligno" (Juan 17:15). Él dice:
"Señor, no te pido que los lleves de inmediato al cielo, sino te pido que
los mantengas alejados del maligno".
En
Lucas 22:31, 32 Jesús le dijo a Simón Pedro: "Simón, Simón, he aquí
Satanás os ha pedido para zarandearas como a trigo. Pero yo he rogado por ti,
que tu fe no falle...". ¿Hizo Jesús alguna oración que no fuera
contestada? ¡Claro que no! Él dijo: "...Padre, te doy gracias porque siempre me oyes" (Juan 11:41). ¿Por qué? Él siempre oró para hacer la
voluntad del Padre. Él siempre oró con fe. El pecado nunca estorbó su oración.
Cada oración que hizo fue contestada, y oró por sus discípulos: "Padre, te
pido que los guardes".
Jesús
dijo: "Pedro, el diablo quiere zarandearte como al trigo. Yo vaya
permitirle hacerla porque necesitas entender lo que hay en tu corazón.
Necesitas entender que hay algo que debe salir. Vaya permitirle hacerla, pero
he orado por ti para que tu fe no falle". Y ese mismo Pedro que maldijo,
juró y negó a Cristo, fue el flameante apóstol de Pentecostés que escribió dos
libros del Nuevo Testamento. ¿Por qué? Porque Jesús oró por él.
Usted
puede decir: "Sí, seguro, por Pedro oraron, y también por Santiago, Mateo
y el resto de ellos. Pero Jesús nunca oró por mí de esa manera". Bien, en
Juan 17:20 Jesús dice: "Pero no ruego solamente por éstos, sino también
por los que han de creer en mí por la palabra de ellos". Simplemente
escriba su nombre justo debajo del nombre de ellos porque él también pudo haber
puesto allí su nombre. Jesús ha orado para que usted sea guardado. Esa es una
oración que transciende los siglos y las edades.
Si él
ha orado por usted, ¿recibirá respuesta su oración? ¡Claro que sí! Hebreos 7:25
dice: "Por esto también puede salvar por completo a los que por medio de
él se acercan a Dios...". "Salvar por completo". ¿Sabe lo que
eso significa? Salvarlo hasta el fin porque él siempre está intercediendo por
usted. El Señor Jesús hizo un trabajo completo en el Calvario. Él murió en la
cruz y dijo: "¡Consumado es!" (Juan 19:30). Pero el trabajo que no ha
terminado es la intercesión. Él está orando por usted y por mí, y esa oración
es respondida. Él dijo: "Padre, te doy gracias porque me oíste".
La omnipotencia de Dios
Tengo
hijos y nietos, y quiero decirle esto: Si alguien quisiera hacerles daño o
alejarlos de su familia y del amor de sus seres queridos y destruirlos, si yo
pudiera hacer algo lo impediría. ¿Eso tiene sentido para usted? Si yo pudiera,
evitaría que eso pasara. Pero yo soy tan sólo un ser humano y no tengo todo el
poder para evitarlo, pero Dios sí puede hacerla porque él es todopoderoso.
"Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su
grande misericordia nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva por
medio de la resurrección de Jesucristo de entre los muertos; para una herencia
incorruptible, incontaminable e inmarchitable, reservada en los cielos para vosotros"
(1 Pedro 1:3, 4).
Amigo,
hay un tesoro reservado en la gloria para usted que los abogados no pueden
tomar, la inflación no puede tocar, ni el diente roedor del tiempo, ni la
descomposición pueden destruir. Está allí. Esa es su herencia. El versículo 5
dice: "que sois guardados por el poder de Dios...". Usted es guardado
por el poder de Dios. No es porque usted se aferra; es porque él lo sostiene a
usted.
La
gente dice: "Sólo ore para que yo me mantenga fiel hasta el fin".
Bien, debemos orar los unos por los otros para ser cristianos fieles, pero no
se trata de sostenernos nosotros mismos, es él el que nos sostiene. Jesús dijo:
"Yoles doy vida eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi
mano. Mi Padre que me las ha dado, es mayor que todos; y nadie las puede
arrebatar de las manos del Padre" (Juan 10:28, 29).
¿Puede
imaginarse un poder tan fuerte como para que pueda arrebatarlo a usted de las
manos de Dios? Algunas personas dicen: ''Yo creo que el diablo puede alejarnos
de Dios". ¡Ah! ¿Usted cree eso? ¿Cree que el diablo lo puede alejar de
Dios? Bien, entonces, si pudiera, ¿por qué no lo tiene él a usted? Piense al
respecto. ¿No ha sido bueno el diablo con usted? Él tiene el poder, pero
simplemente no lo ha hecho. Ahora, esa es una doctrina extraña ¿verdad? Ir al
cielo por la bondad del diablo. ¡No, no, no! Usted va al cielo por la gracia de
Dios, y la única razón por la que el diablo no lo ha arrebatado de las manos de
Dios es simplemente porque no puede.
"Mis
ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yoles doy vida eterna, y no
perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano [nadie puede hacerlo]"
(Juan 10:27,28). El poder de Dios nos guarda.
Nunca
crea que por estar eternamente seguro, no importa la manera como usted viva.
Dios corregirá esa teoría en un instante disciplinándolo. "Porque el Señor
disciplina al que ama..." (Hebreos 12:6). Eso una insensatez asumir que
esta es una licencia para pecar.
Yo peco todo lo que quiera
Algunas
personas dicen: "Sí, yo creo en la seguridad eterna, sencillamente puedo
ser salvo y pecar todo lo que quiera". Yo peco más de lo que
quiero. Yo no quiero pecar. Nada me agradaría más que saber que no volvería a
hacerla. Uno de estos días, cuando Dios haya terminado conmigo no volveré a
pecar, cuando él me haya glorificado. Y si usted aún desea pecar, entonces
necesita arreglar sus cuentas con el Señor. Necesita nacer de nuevo.
"...si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17)".
Le he
dado 8 razones extraídas directamente de la Biblia para que usted pueda saber que está
eternamente seguro. Recuerde que ser salvo es estupendo. Pero es aún mejor ser
salvo y saber que lo es, y todavía es más maravilloso saber que es salvo, estar
seguro de que lo es y saber que nunca perderá su salvación.
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