martes, 10 de julio de 2012


  CÓMO ENTENDER LA BIBLIA

   Por Adrian Rogers


Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
Salmo 119:18

Si usted no conoce, ama, entiende, practica y obedece la Palabra de Dios, puedo decirle sin dudar, titubear o disculparme, que usted no es un cristiano victorioso.
A medida que lea este capítulo, quiero que aprenda a estudiar su Biblia y cómo hacer que se avive el fuego del poder de la Palabra de Dios en usted. El conocimiento es poder yeso es verdad en cualquier medio, ya sea en los negocios, el atletismo o la teología. Quiero que busquemos cómo obtener el conocimiento de la Palabra de Dios.
La gente de hoy necesita la verdad. Alguien en Kenia escribió esta oración: "Señor, de la cobardía que no se atreve a enfrentar una nueva verdad, de la pereza que se conforma con medias verdades, de la arrogancia que cree tener toda la verdad, líbrame, buen Señor. Amén".
Espero que usted no sea cobarde ni tenga miedo de la verdad, que no sea perezoso aceptando verdades a medias, ni que sea arrogante al pensar que no necesita la verdad. Lo que transforma es el conocimiento, la verdad.
Leí un anuncio comercial que decía: "No somos lo que pensamos que somos, somos lo que pensamos". ¿Lo entendió? Usted es lo que piensa. La Biblia dice en Proverbios 23:7, hablando del hombre de malas intenciones: "porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él".
Si eso es cierto, y si el conocimiento es poder, necesitamos conocer la Palabra de Dios para tener poder espiritual. Necesitamos ser moldeados, motivados y dominados por la Palabra de Dios. Aun así, para muchos, la Biblia sigue siendo un libro cerrado, un libro misterioso. Realmente no la entienden.
No hay camino fácil, no hay lugar para la pereza, no hay una manera mágica si de veras queremos entender la Biblia. Pero lograr entenderla no es imposible. En realidad, dedicarle tiempo a la Palabra de Dios produce gozo y es emocionante.
El Salmo 119 es el salmo más largo de la Biblia. El escritor de este salmo nos da varias declaraciones acerca de la Palabra de Dios. En realidad, el salmo entero, que se compone de 176 versículos, trata sobre la Palabra de Dios con el fin de ayudarnos a conocerla y entenderla.
Quiero que, a medida que usted lea este capítulo, tome nota de tres cosas. Si lo hace, se avivará el fuego del poder de la Palabra de Dios en usted, en su mente y en su vida:

• Aprecie las virtudes de la Palabra de Dios.
• Asimile la vitalidad de la Palabra de Dios.
• Aprópiese de los valores de la Palabra de Dios.

Aprecie las virtudes de la Palabra de Dios

Si usted no aprecia las virtudes de la Palabra de Dios, no tendrá el deseo de aprenderla o de aprender de Dios. Muchos no entienden el gran valor y la gran virtud de la Palabra de Dios. Usted debe mostrar aprecio por la Palabra de Dios.

La Biblia es eterna

El Salmo 119:89 dice: "Para siempre, oh Jehovah, permanece tu palabra en los cielos".
La Biblia no es el libro del mes ni el libro del año. La Biblia es el libro de las edades. Es un libro inmutable, eterno.
El Salmo 119:152 dice: "Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, los cuales estableciste para siempre".
¡Para siempre! Dios dice que ya está hecho. Está fijado en los cielos. El Salmo 119:160 dice: "La suma de tu palabra es verdad; eternos son todos tus justos juicios".
Otros libros vienen y van, pero la Biblia permanece. Han pasado miles de años desde que la Biblia fue escrita. Han surgido y caído imperios. Civilizaciones han llegado y se han ido. La ciencia ha expandido las fronteras del conocimiento. Pero la Biblia aún permanece erguida.
Emperadores han decretado el exterminio de la Biblia, y los ateos se han opuesto a ella. Los agnósticos se han burlado cínicamente de la Biblia, y los liberales han movido cielo y tierra para quitar los milagros de la Biblia. Los materialistas sencillamente la han ignorado, pero la Biblia permanece. La Biblia está establecida en el cielo.
El difunto doctor Robert G. Lee decía acerca de la Biblia: "Ninguno de sus enemigos ha hecho un agujero en su santa vestidura, ni ha robado una flor de su maravilloso jardín, ni diluido una gota de miel de su abundante colmena, ni roto una cuerda de su arpa de mil cuerdas, ni ahogado una dulce palabra en tinta infiel".
El doctor Lee simplemente estaba diciendo lo que Dios dice sobre su Palabra: "Para siempre, oh Jehovah, permanece tu palabra en los cielos" (Salmo 119:89). En el Nuevo Testamento, 1 Pedro 1:24, 25 dice: "Porque: Toda carne es como la hierba, y toda su gloria es como la flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; pero la palabra del Señor permanece para siempre".
La Biblia es eterna, definitiva e indestructible.

La Biblia es veraz

El Salmo 119:142dice: "Tu justicia es justicia eterna, y tu leyes la verdad"; el versículo 151 dice: "...todos tus mandamientos son verdad"; y el versículo 160 dice: "La suma de tu palabra es verdad...".
En el Evangelio de Juan (18:38) Pilato le preguntó a Jesús: "¿Qué es la verdad?". Jesús ya había contestado esa pregunta en Juan 17:17 cuando, hablando con el Padre, dijo: "...tu palabra es verdad". En un mundo que ha perdido su aprecio por la verdad, usted puede decir sin titubear que la Biblia es la verdad.
En la actualidad hay toda clase de ataques contra la verdad de la Biblia. Está el ataque frontal de aquellos que niegan la verdad de la Biblia. Pero también hay un ataque traicionero que es quizás más insidioso. Estas no son las personas que niegan la verdad de la Biblia, sino las personas que sobreponen su propia experiencia por encima de la Palabra de Dios. Son los que dicen: ''Yo sé lo que siento o lo que pienso".A veces, incluso argumentan diciendo:"No me importa lo que diga la Biblia. Permítame decirle lo que yo experimenté".
Pablo tuvo que enfrentar a algunas de estas personas en Corinto: "Si alguien cree ser profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo es mandamiento" (1 Corintios 14:37).
Al parecer algunas personas en Corinto se aventuraron en la magia carismática y se desenfrenaron con las lenguas, las profecías, las visiones y los éxtasis. Cuando Pablo trató de ponerlos en orden, ellos dijeron: "Permítame decirle, hermano Pablo, qué tipo de hombre espiritual soy; y permítame decirle que tengo el don de profecía".
Pablo dice: "Si alguien cree ser profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo es mandamiento". Y sigue diciendo en el versículo 38: "Pero si alguien lo ignora, él será ignorado".
Hay un ataque frontal contra la verdad de la Biblia por parte de  los que se oponen a ella y la niegan. Hay un ataque por detrás de parte de aquellos que quieren sustituir la Palabra de Dios con su propia experiencia, y hay también un ataque lateral. Estas personas no necesariamente niegan la Biblia, pero quieren reemplazarla o sustentarla con psicología, filosofía y otras cosas, como si la misma Biblia no fuera suficiente.
Amigo, la Biblia es verdad, y si usted está buscando la verdad, la puede encontrar en ella.
¿Por qué? 2 Timoteo 3:16 dice: "Toda la Escritura es inspirada por Dios".Esa palabra inspirada sólo se usa una vez en la Biblia, pero qué palabra tan magnífica. En griego la palabra es theopneustos. Literalmente significa "Dios respiró". Theo quiere decir Dios; pneustos significa respiró. La Biblia dice que toda la Escritura es la respiración de Dios. Es decir, Dios la respiró.
En Mateo 4:4, Jesús dice: "...No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios". Jesús está hablando de la Biblia. Él dice que cada palabra procede de la boca de Dios. No es que Dios simplemente haya respirado sobre las Escrituras. Dios respiró las Escrituras. Sí, él usó hombres como Isaías, Jeremías, Mateo, Marcos y Pablo; pero aquellos hombres sostuvieron la pluma de Dios. Ellos eran la voz de Dios cuando él hablaba. La Biblia es verdad porque el Dios de verdad no puede hablar el error.
Si usted lee el Antiguo Testamento encontrará frases como: "la Palabra del Señor", "la Palabra de Dios", "Dios habló" o "el Señor dijo", usadas 3.808 veces. Si la Biblia no es la Palabra de Dios, es el paquete más grande de mentiras que alguna vez haya entrado en el planeta Tierra. La Biblia es la verdad sin lugar a dudas.

La Biblia es atesorada

Porque la Biblia es un libro eterno y veraz, debe ser atesorada. El Salmista dice: "Mejor me es la ley que procede de tu boca que miles de piezas de oro y plata" (Salmo 119:72).
¿Es eso verdad para usted? Dios sabe que es completamente verdad para mí. Si usted me pidiera escoger entre una gran pila de oro, plata, rubíes, diamantes, acciones e inversiones por un lado y la Palabra de Dios por otro, yo no dudaría. Escogería la Palabra de Dios.
"¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, más que la miel en mi boca!" (Salmo 119:103). "Por eso amo tus mandamientos más que el oro, más que el oro puro" (Salmo 119:127).
La Biblia es un libro que debe ser atesorado. Los santos y héroes de nuestra fe han tenido la Palabra de Dios como ayuda y guía al atravesar las frías aguas del río de la muerte. Mártires que han muerto por ser testigos de Jesucristo sostuvieron la Biblia contra su pecho mientras las llamas los rodeaban. Los miembros de la iglesia primitiva amaban la Palabra de Dios y nunca la cuestionaron; discutieron muy poco acerca de ella. La predicaron, la proclamaron, la pronunciaron y la esparcieron como lava candente. La amaron, la vivieron, la practicaron y la obedecieron; confiaron constantemente en ella y la afirmaron.
¿Sabe usted por qué la Biblia es atesorada? Usted lo ha sabido por mucho tiempo. "Cristo me ama, bien lo sé, su Palabra dice así". Eso es. "Cristo me ama, bien lo sé, su Palabra dice así". Usted nunca tendrá una vida cristiana victoriosa si no ama la Palabra de Dios.
La Biblia es como un tesoro. Suponga que en el patio de su casa hay un tesoro enterrado. Si no tiene una pala, sin duda va a la ferretería y compra una para regresar a casa y desenterrar aquel tesoro. La Biblia es el libro del tesoro de Dios. Es un libro eterno. Es un libro verdadero; por consiguiente, usted debe apreciar las virtudes de la Palabra de Dios. Si usted no aprecia las virtudes de la Palabra de Dios, no va a tener ningún deseo de entenderla.

Asimile la vitalidad de la Palabra de Dios

La palabra vitalidad significa "vivo". La Biblia es un libro viviente. Hebreos 4:12 dice: "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz...". La palabra "eficaz" viene de la palabra griega energes que significa "efectivo". De esta palabra recibimos nuestra palabra energía. La Biblia es viva y eficaz.
En Juan 6:63, Jesús está hablando a un grupo de incrédulos y a sus discípulos: "...Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida". La Biblia palpita con vida. Por ejemplo, cuando usted adquiere un libro de cocina no sólo lo lee, sino que usa sus instrucciones para preparar una cena y luego comérsela. Si no asimila la Biblia, no importa cuánto la aprecie. ¿De qué le serviría?

Ore la Palabra de Dios

¿Cómo asimila usted la Palabra de Dios? Ore fundamentándose en ella. El Salmo 119:12 dice: "¡Bendito seas tú, oh Jehovah! Enséñame tus leyes". ¿Alguna vez ha orado usted de esa manera? "Dios, sé mi Maestro". Ore la Palabra de Dios y pídale a él que le enseñe.
Primero, sus ojos serán abiertos. Lea el Salmo 119:18: "Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley". Dios abrirá sus ojos, Usted puede tener una visión de 20/20, pero Dios tiene que abrir sus ojos para que vea las maravillosas cosas que están en su Palabra.
Después de su resurrección, Jesús anduvo con dos discípulos en el camino a Emaús. La Biblia dice que él empezó a hablar con ellos acerca del Antiguo Testamento, la ley y los profetas. Lucas 24:45 dice: "Entonces les abrió el entendimiento para que comprendiesen las Escrituras". ¿No le gustaría que Dios hiciera eso con usted?
Cuando usted ore la Palabra de Dios, no sólo sus ojos serán abiertos, sino también su corazón será sacudido. El Salmo 119:36 dice: "Inclina mi corazón a tus testimonios, y no a las ganancias deshonestas". Si usted no tiene un deseo por la Palabra de Dios, entonces ore: "Oh Dios, por favor inclina mi corazón, mueve mi corazón, abre mis ojos, sacude mi corazón".
Cuando sus ojos sean abiertos y su corazón sacudido, su mente será iluminada. El Salmo 119:73 dice: "Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, para que yo aprenda tus mandamientos".
Muchas veces al preparar sermones he soltado el lápiz e inclinador la cabeza para decirle al Señor: "Dios mío, ayúdame a entender esto; Oh mi Dios, dame entendimiento". Cuando oramos, nuestros ojos se abren, nuestro corazón se mueve y nuestra mente se ilumina para entender la Palabra de Dios.

Medite en la Palabra de Dios

El Salmo 119:15 dice: "En tus ordenanzas meditaré…", El versículo 147 dice: "Me anticipo al alba e imploro; tu palabra es lo que espero". En otros términos, el salmista tenía un tiempo de meditación. Continúa diciendo en el versículo 148: "Mis ojos se adelantaron a las vigilias de la noche, para meditar en tus palabras".
Meditar en la Palabra de Dios requiere tiempo. Si usted tiene que levantarse una hora más temprano, hágalo. Si tiene que quedarse una hora más tarde, hágalo. Haga lo que sea necesario para poder meditar en la Palabra de Dios. Y puedo sugerirle que a medida que medite en la Palabra de Dios tenga a la mano un cuaderno de notas y un lápiz. Yo siempre leo la Biblia con un lápiz en mi mano. ¿Por qué? Porque espero recibir algo. Si usted no lo está haciendo, eso me dice que no está esperando recibir algo. Si espera recibir algo, debe estar listo para anotarlo. Usted dirá: "Yo lo recordaré". Espero que así sea; pero la tinta más débil supera a la mejor de las memorias. Es algo tan simple tener un cuaderno de notas y un lápiz cuando abre la Biblia. Usted ora y medita en ella, y luego se prepara para que Dios le hable.
Y cuando usted lea la Biblia, use su sentido común santificado. No salte en la mitad de un capítulo o en medio de un libro sin ningún plan. La Biblia es como cualquier otro libro que contiene diferentes formas de discurso. Mire la poesía como poesía, la profecía como profecía. Vea los mandamientos como mandamientos, las promesas como promesas y los proverbios como proverbios.
Si usted intenta convertir los proverbios en promesas, éstos perderán su sentido. Los proverbios no son promesas; son proverbios. ¿Qué es un proverbio? Un proverbio es un principio general que al aplicarse de manera general trae un resultado general. Por ejemplo, el libro de Proverbios tiene consejos para ser saludable, adinerado y sabio. Pero usted puede hacer todas esas cosas y ser arrollado por un camión, y entonces ya no estará muy saludable, y ciertamente no será más adinerado; usted lo habrá dejado todo.
Si hubiera sido sabio, habría mirado hacia ambos lados de la carretera. Los proverbios son buenos, pero no intente convertirlos en promesas.
Mire la Biblia y considere lo que está leyendo. Pregúntese: "¿Es este un mandato? ¿Es esto una profecía? ¿Es poesía lo que estoy leyendo? ¿Es esto prosa? ¿Se trata esto de un proverbio? ¿Hay aquí una promesa?". Dios le dio mente; pero Dios no lo aniquila con conocimiento.Usted tiene la mente de Cristo; úsela. Al estudiar su Biblia usted debe meditar en ella.
A veces la gente pregunta: "¿Debe la Biblia ser interpretada literal o figuradamente?". La respuesta es: La Biblia debe ser interpretada figurada y literalmente al mismo tiempo.
Por ejemplo, la Biblia está llena de símbolos. En el libro de Apocalipsis, el diablo es simbolizado como un gran dragón. Tiene una cola tan larga que barre una tercera parte de las estrellas del cielo. La tecnología de hoy nos permite observar billones de años luz en el espacio exterior. Ahora, dígame usted si puede haber un dragón con una cola tan grande como para barrer todas las estrellas del cielo de algunos billones de años luz. Ese es un dragón bastante grande. Este pasaje habla sobre el diablo. Las estrellas son ángeles caídos. Ese es el simbolismo.
Permítame darle un ejemplo de la vida cotidiana: Cuando va en su auto y ve dos arcos amarillos, usted sabe que se está acercando a un restaurante McDonald. Al ver esos arcos amarillos, usted dice: "Ah, eso es sólo un símbolo, ahí no hay ningún restaurante McDonald y no se venden tales cosas como hamburguesas". Claro que no. Los arcos simbolizan una realidad. Encuentre lo que el símbolo representa y aplíquelo literalmente.
Cuando usted se acerque a la Palabra de Dios, ore la Palabra, medítela y entonces pídale a Dios que le enseñe. Veamos seis preguntas clásicas para formular al momento de estudiar la Palabra de Dios.
1. ¿Hay alguna promesa de la cual apropiarme?
2. ¿Hay alguna lección que aprender?
3. ¿Hay alguna bendición para disfrutar?
4. ¿Hay algún mandamiento que obedecer?
5. ¿Hay algún pecado que evitar?
6. ¿Hay algún pensamiento nuevo para llevar conmigo?
Estas son preguntas que ayudan mucho al comenzar a preparar una lección de Escuela Dominical o un estudio bíblico. Usted puede tomar cualquier pasaje de la Escritura y hacer esas preguntas, y le aseguro que ¡ya tiene su lección! Simplemente haga estas seis sencillas preguntas al estudiar la Palabra de Dios, y él le dará la lección que quiere que usted aprenda.

Conserve la Palabra de Dios

Después de orar y meditar en la Palabra de Dios, consérvela. El Salmo 119:11 dice: "En mi corazón he guardado tus dichos para no pecar contra ti". El versículo 16 dice: "Me deleitaré en tus estatutos; no me olvidaré de tus palabras".
Quiere decir que usted esconde la Palabra de Dios en su corazón. Así puede recordar mucho más de lo que cree poder recordar. En realidad, nosotros funcionamos por la memoria. La memoria se estimula con la concentración, la motivación y el uso. Su mente es una maravilla, y usted podrá recordar mucho más de lo que cree que puede a medida que conserve la Palabra de Dios.
A mi esposa le gusta coleccionar cajas pequeñas. A veces le traen cajas de otros países. Pueden estar talladas intrincadamente o estar cubiertas de joyas. Al ver una, usted puede decir: "Qué cajita tan maravillosa". Entonces la abre para verla por dentro. ¿Sabe lo que hay dentro de esa pequeña y hermosa caja? Cosas como bandas de caucho, sujetapapeles, palillos o una vieja menta. Su mente es como esa caja. Dios le dio una mente maravillosa donde usted puede guardar muchas cosas, como si se tratara de un archivo de gran capacidad.
Su mente también puede compararse con un jardín. ¿Ha notado alguna vez en la vida que la cizaña crece más fácil que las flores y los vegetales? Cuando Adán cayó, su mente se volvió un huerto de cizaña. Para que su mente conserve la Palabra de Dios, usted debe cultivada. Tiene que desyerbar su jardín. Llenar su mente de la Palabra de Dios para que fluya bendiciendo y honrando a Dios.

Practique la Palabra de Dios

El Salmo 119:1-5 dice: "Bienaventurados los íntegros de camino, los que andan según la ley de Jehovah. Bienaventurados los que guardan sus testimonios y con todo el corazón le buscan. Pues no hacen iniquidad los que andan en sus caminos. Tú mandaste que tus ordenanzas fuesen muy guardadas. ¡Ojalá fuesen estables mis caminos para guardar tus leyes!".
No es suficiente recitar las promesas sin obedecer los mandamientos ¿Quiere aprender más de la Palabra de Dios? Entonces obedezca lo que ya conoce. Es muy sencillo. La Biblia dice: "Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más ..." (Mateo 13:12).
Entre más obedezca, más aprenderá. Usted puede estar diciéndose a sí mismo: "Hay mucho en la Biblia que no entiendo". ¿Sabe qué dijo Mark Twain? "Lo que me causa muchos problemas no es aquella parte de la Biblia que no entiendo, sino la que sí entiendo". ¡Conserve la Palabra de Dios!
Puede haber misterios y cosas que usted no entienda, como los cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por detrás, de lo cual nos habla Apocalipsis 4. Pero le diré una cosa que usted puede entender: "Amaos los unos a los otros". Usted puede entender cuando la Biblia le da un mandamiento claro y específico. Si usted empieza a guardar las cosas que entiende, la Palabra de Dios se hará real para usted.

Proclame la Palabra de Dios

El Salmo 119:13 dice: "Con mis labios he contado todos los juicios de tu boca". Mire el versículo 27: "Hazme entender el camino de tus ordenanzas, y meditaré en tus maravillas". Luego el versículo 46 dice: "Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no quedaré avergonzado". Finalmente, mire el versículo 172: "Cante mi lengua tu palabra, porque todos tus mandamientos son justicia".
Mantenga siempre la Palabra de Dios en su boca, guárdela en su corazón, muéstrela en su vida, siémbrela en el mundo. Entre más pueda dar la Palabra de Dios, más se apegará a usted.

Aprópiese de los valores de la Palabra de Dios

Usted debe apreciar las virtudes de la Palabra de Dios, asimilar la vitalidad de la Palabra de Dios y apropiarse de los valores de la Palabra de Dios. Cuando lo haga, este conocimiento transformará su vida.

Una fuente de victoria

El Salmo 119:45 dice: "Andaré en libertad, porque he buscado tus mandamientos". Así como Jesús se apropió de la Palabra de Dios para vencer a Satanás en el desierto, usted también lo puede vencer. La Palabra de Dios puede convertirse en su fuente de victoria.

Una fuente de crecimiento

El Salmo 119:32 dice: "Por el camino de tus mandamientos correré, porque das amplitud a mi corazón".
Supongamos que una persona se me acerca y me dice:
-Estoy muy débil físicamente. Apenas puedo levantarme de la cama. La verdad es que no quiero ir a trabajar; estoy tan débil.
Entonces le digo:
-¿Cuál es el problema? ¿Ha ido al médico?
-No -dice él.
-¿Tiene una enfermedad?
-Creo que no -contesta.
-¿Qué está comiendo?
-A veces, si no está lloviendo, voy los domingos a comer a un restaurante y eso es todo lo que como.
-¿Usted quiere decir que eso es todo lo que come? ¿Sólo va a comer a ese restaurante los domingos siempre y cuando no esté lloviendo? ¿Yeso es todo lo que come?
-Sí, es que estoy muy débil.
-Bien, con razón está débil.
Amigo, un sermón el domingo está diseñado solamente para agudizar su apetito. Si usted no aprende a alimentarse con la Palabra de Dios, no va a crecer. La Biblia dice: "desead como niños recién nacidos la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis..." (1 Pedro 2:2). La Palabra de Dios es su fuente de crecimiento.

Una fuente de gozo

El Salmo 119:54 dice: "Tus leyes han sido cánticos para mí en el ámbito de mis peregrinaciones".
El versículo 111 de este salmo dice: "Tus testimonios son mi heredad para siempre, porque ellos son el gozo de mi corazón".
En Juan 15:11, Jesús dijo: "Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo". La Palabra de Dios es una fuente de gozo.

Una fuente de poder

La Palabra de Dios es su fuente de poder para la vida victoriosa. "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz..." (Hebreos 4:12).
El Salmo 119:28 dice: "Mi alma llora de ansiedad; sostenme conforme a tu palabra". La Biblia es nuestra fuente de poder.

Una fuente de dirección

El Salmo 119:105 dice: "Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino". Podemos encontrar nuestro camino al estudiar y meditar en la Palabra de Dios. Puede estar oscuro, pero su Palabra nos mostrará el camino si confiamos en él.
¿Quiere tener la victoria? ¿Quiere crecimiento? ¿Quiere experimentar el gozo? ¿Quiere poder? ¿Quiere dirección? Amigo, la Palabra de Dios le dará todas estas cosas. Usted puede apropiarse de ellas. Pero sólo puede hacerlo después de asimilarlas, y sólo puede asimilarlas si las aprecia. Le aseguro que si usted hace estas cosas, la Palabra de Dios transformará su vida.

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