martes, 10 de julio de 2012

NO SE TRATA DE CUÁNTO CONOCE, SINO DE CUÁNTO CRECE  Por Adrian Rogers


En 1 Corintios 8:1, Pablo dice: "... El conocimiento envanece, pero el amor edifica".
Al principio dije que lo que usted ignora lo puede lastimar. Lamentablemente para algunos, el conocimiento y la doctrina empiezan y terminan en ellos mismos.
La medida definitiva para su vida como creyente no es cuánto sabe, sino cuánto crece. El propósito principal de este libro no es información o inspiración, sino transformación.
Pablo habla del objetivo de su ministerio en la iglesia de Éfeso:
"... hasta que todos alcancemos la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Esto, para que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar, emplean con astucia las artimañas del error; sino que, siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza: Cristo. De parte de él todo el cuerpo, bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todos los ligamentos, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad proporcionada a cada uno de los miembros, para ir edificándose en amor".
Efesios 4:13-16

En este pasaje Pablo les dice a los santos que crezcan.

Debemos madurar y crecer en estatura

"...hasta que todos alcancemosla unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, hasta ser un hombre de plena madurez, hasta la medida de la estatura de la plenitud de Cristo" (Efesios 4:13).
Cuando mi hermano y yo éramos niños, nuestros padres nos paraban contra una pared de la casa y luego hacían una marca en la pared para medir nuestra estatura. De vez en cuando nos parábamos contra esa pared para ver cuánto estábamos creciendo. Recuerdo que me estiraba tan alto como podía para que mis padres pudieran medir mi crecimiento.
Dios mide a sus hijos de una forma diferente. "La medida de la estatura de la plenitud de Cristo".
La norma y meta de su madurez es llegar a ser como el Señor Jesucristo. Cuando era niño, yo medía mi crecimiento tomando a mi hermano como referencia. Es hora de que como cristianos dejemos de compararnos con otros y nos midamos con Cristo. Podemos vernos bastante bien si nos comparamos con otros, pero la norma de la medida es el Señor Jesucristo. ¿Está usted pareciéndose cada vez más a él?

Debemos madurar en estabilidad

"...para que ya no seamos niños, sacudidos a la deriva y llevados a dondequiera por todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar, emplean con astucia las artimañas del error" (Efesios 4:14).
Hay personas que con su hábil astucia están listas para desviar al cristiano inmaduro. Es doloroso ver que muchos cristianos inmaduros  son guiados a sectas falsas y creencias raras. Antes me asombraba de que algunos no creyeran. Ahora, después de muchos años, me asombra más aún que algunos crean.
Se dice que G. K. Chesterson dijo: "Cuando los hombres dejan de creer en Dios, no es que entonces no crean en nada. Más bien, es que creen en cualquier cosa". Yo podría agregar que si los cristianos no están firmemente arraigados y creciendo, también tienen la inclinación a creer cualquier cosa. Son "patos sentados" para las grandes armas de Satanás.
Al pastor promedio le afectan los cristianos inmaduros que se pierden, se desvían o son robados. La verdad genuina debe ayudarle a ser un cristiano firme.

Debemos madurar en cómo nos expresamos

"...sino que, siguiendo la verdad con amor, crezcamos en todo hacia aquel que es la cabeza: Cristo" (Efesios 4:15).
¿Por qué hay tanta gente en la iglesia con los sentimientos heridos? ¿Y por qué hay tanta división en la cristiandad moderna? Una de las razones principales es que los cristianos inmaduros actúan como niños en su hablar. Desde luego, debemos hablar la verdad. Eso ya está determinado. Por eso publicamos Lo que cada cristiano debe conocer. Pero necesitamos más que sólo la verdad bíblica. Necesitamos también el amor que viene con la madurez y el crecimiento cristianos.
No hay necesidad de división entre la verdad y el amor. Algunos han hecho esa división. La verdad sin amor puede ser una forma de brutalidad. El amor sin verdad puede ser un sentimentalismo vacío. Que Dios nos libre de comentarios inmaduros por parte de quienes tienen la verdad sin el amor y del emocionalismo inmaduro de aquellos que tienen el amor sin la verdad.
Con la verdad pero sin el amor alguien se podría inflar. Con el amor pero sin la verdad alguien podría explotar. Pero la verdad y el amor juntos hacen que el cristiano crezca.

Debemos ser maduros en el servicio

"De parte de él todo el cuerpo, bien concertado y entrelazado por la cohesión que aportan todos los ligamentos, recibe su crecimiento de acuerdo con la actividad proporcionada a cada uno de los miembros, para ir edificándose en amor" (Efesios 4:16).
Cada miembro de un cuerpo saludable ayuda a los otros miembros, cada uno a su manera. Por amor nos servimos unos a otros.
Este versículo habla de la iglesia como un cuerpo y menciona las articulaciones. La palabra griega para articulación es harmos. Nuestra palabra armonía proviene de esta palabra. Las personas maduras trabajan juntas en armoniosa interacción como las articulaciones de un cuerpo. Las personas maduras pueden trabajar juntas si las articulaciones del cuerpo (la iglesia) son lubricadas con amor. Esto viene con la madurez.
Durante la Segunda Guerra Mundial, bombas alemanas destruyeron una catedral en Inglaterra. Algunos estudiantes ayudaron a reconstruirla. Una estatua de Jesús que estaba en la catedral quedó averiada. Los estudiantes juntaron los pedazos, pero las manos se habían dañado y no podían ser restauradas. En lugar de reemplazar las manos, pusieron una placa bajo la estatua que decía: "Cristo no tiene más manos que las nuestras". Esa es una gran verdad. Que Dios le ayude a encontrar un lugar para servir, y permita que sus manos sean las manos de Jesús.
Recuerde que usted debe crecer con lo que ha aprendido. ¡Siga creciendo! Recuerde que cuando deje de mejorar, dejará de ser bueno.

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